Los miembros de En Marea reeditarán su alianza en las generales del 26-J, pero la situación interna sigue crispada. El portavoz de Anova, Xosé Manuel Beiras, la tensó aún más ayer al contraponer la actitud de su partido, que acepta repetir la fórmula de coalición a pesar de preferir la de partido instrumental, a la de "buena parte de los cuadros dirigentes políticos de la izquierda actual", en alusión a exdiputados de En Marea, que dicen "tonterías" al rechazar su propuesta. "Nosotros trabajamos por el país, no por carguitos", diferenció el parlamentario.

El mandoble dialéctico de Beiras tenía como objetivo tanto a Yolanda Díaz (EU) como a Antón Gómez-Reino y Ángela Rodríguez (Podemos), que repiten como candidatos de la alianza el 26-J y que han rechazado las propuestas de Beiras.

A pesar del enfrentamiento, y de que el 80% de las bases de Anova prefiere el partido instrumental aunque acepta repetir la coalición, Beiras descartó plantear un batalla por una cuestión formal. "No me da la gana", alegó, si bien precisó que ese tema "no está cerrado" para las autonómicas de octubre.

De nuevo, vinculó tener grupo propio en el Congreso a una mayoría de izquierdas en la Mesa de la Cámara, a pesar de que PP, PSOE y Ciudadanos descartan que cada confluencia se desgaje de Podemos.

El diputado de AGE participó en unas jornadas sobre deuda pública organizadas por su grupo parlamentario en Santiago, que contaron con la participación de Éric Toussai, fundador y portavoz de la red internacional del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo. En ellas, Beiras señaló el aumento de la deuda, que en España ha superado el 100% del producto interior bruto por primera vez desde 1909, como muestra de la "deriva fascistizante" de la era actual y que considera ilegítima, aspecto en el que coincidió el propio Toussai. También participó la eurodiputada Lidia Senra, que alertó de que la deuda española supone ya 23.000 euros por ciudadano.