La carrera por ser el candidato del PSdeG a presidir la Xunta en las elecciones autonómicas de octubre ha empezado con ligera ventaja de José Luis Méndez Romeu, portavoz parlamentario, frente al exdiputado Xaquín Fernández Leiceaga, avalado por la gestora. El primero cuenta con 2.539 avales, 323 más que su único rival, después de que, como estaba previsto, el militante vigués Gonzalo Caballero no lograrse alcanzar los 1.010 apoyos necesarios para ser declarado aspirante al puesto en la consulta a las bases del partido prevista para el día 28. El outsider alcanzó 556.

La balance inicial sitúa a Romeu con casi un 14,5% de apoyos de ventaja en una cita que se antoja competida y determinante para calibrar el estado interno de un partido fracturado y en un momento de indefinición, tras quedar situado como tercera fuerza en unas elecciones generales el pasado 20-D por primera vez en la historia autonómica. Le superaron el PP, como habitualmente, pero también la debutante En Marea.

Las primarias se producen en la antesala de la repetición de las generales y servirán de termómetro de la madurez de un partido descabezado tras la dimisión de José Ramón Gómez Besteiro en marzo como líder por sus problemas judiciales, si bien ha mantenido su control sobre la gestora, como demuestra la reunión que mantuvo, acompañando a la presidenta de esta, con César Luena, jefe del aparato del PSOE y mano derecha de Pedro Sánchez, para activar las primarias ante la presión de parte del partido para frenar el proceso hasta lograr un candidato de consenso tras las generales. Vigo optaba por esa vía.

La campaña propiamente dicha arrancará el día 20, según el calendario de la gestora, y en juego está la unidad del partido no solo ante las generales y las autonómicas, sino también ante el previsible pulso que dará Susana Díaz, presidenta de Andalucía, a Sánchez por la Secretaría General de la organización. En función de todos esos resultados se dibujará un escenario en Galicia a finales de año, cuando un congreso deba elegir nuevo secretario xeral.

De esa lucha orgánica se han desvinculado los dos rivales de las primarias, aunque otras figuras de peso del socialismo han evitado borrarse, como es el caso de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva.

Tanto Romeu como Leiceaga destacaron ayer el volumen de sus apoyos, termómetro de lo competido que se antoja el proceso. El portavoz parlamentario cuenta con el respaldo de Vigo, la agrupación con mayor poder y afiliados de Galicia, y Pontevedra y Santiago, así como de gran parte de Ourense, Lugo, Costa da Morte y A Coruña. Ayer mismo la responsable de la agrupación ferrolana y teniente de alcalde del municipio, Beatriz Sestayo, mostró su predilección por este y sostuvo que la urbe apoya mayoritariamente a Romeu. En cuanto al grupo de notables, respaldan su proyecto Pachi Vázquez, José Blanco y el exalcalde de Lugo y expresidente del partido José López Orozco, mentor político de Besteiro.

Más de 10.000 militantes

Enfrente, Leiceaga ha mostrado mayor tirón del que esperaban algunos de sus detractores, con 2.216 avales provisionales. Con este resultado perdería, pero quedan en liza alrededor de 4.300 votos, teniendo en cuenta que el PSdeG cuenta con 10.032 militantes con derecho a participar en el proceso. Quizás alguno de los contendientes haya escondido alguno de sus apoyos para no mostrar todas sus cartas.

A Coruña es la provincia donde más se juegan los candidatos, pues cuenta con 3.798 militantes, si bien el peso urbano es menor por la fuerza de agrupaciones de villas medias. Le sigue Pontevedra con 2.790 afiliados, de los que alrededor de 800 pertenecen a Vigo, de lejos la agrupación más potente. Lugo acumula 2.066 y Ourense, 1.378, según fuentes socialistas.

Al margen de los nombres con más apoyos surgió Gonzalo Caballero, que ya en 2009 trató de disputar al exconselleiro con el bipartito Pachi Vázquez la Secretaría Xeral tras la dimisión de Emilio Pérez Touriño. Como entonces, no logró complicidades suficientes entre sus compañeros de siglas. Sus 840 avales provisionales pueden resultar decisivos tras haber apostado por el relevo generacional al margen de los aparatos, si bien también al margen de quienes han gestionado las instituciones y acumulan experiencia en buenos y malos momentos.

Gonzalo Caballero también ha generado la polémica principal del fin de la primera fase de las primarias, al denunciar presiones del concello de Vigo y la Diputación de Pontevedra a favor de Romeu y en contra de su proyecto. De hecho, remitió una queja a la Comisión de Garantías para denunciar la "vulneración de igualdad de oportunidades" en el proceso, según Europa Press.

El PSOE vigués respondió la noche del jueves a través de su secretario de Organización, Ángel Rivas, que calificó de "fantoche que difama" al aspirante a las primarias. El regidor de Vigo, Abel Caballero, eludió ayer la polémica y anunció medidas contra quien lo acuse de presiones. "El que me apunte a mí acaba en los tribunales", declaró antes de recordar que esas acusaciones ya las escuchó antes "siempre por parte de la misma gente". "Cada vez que se presenta alguien a unas elecciones y las pierde, dice lo mismo", zanjó.

También se refirió al proceso el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, último de los candidatables que se borró del proceso. En su opinión, las primarias son un proceso "ilusionante" para el partido.

La "suerte" del máximo enemigo

  • Méndez Romeu presentó a la prensa las cifras iniciales de su candidatura a las primarias socialistas en el Hostal dos Reis Católicos de Santiago, donde parte de la plana mayor del PP asistía a una conferencia del presidente del Parlamento, Miguel Santalices. Entre el público se encontraba el enemigo público número 1 de los socialistas, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Este y Romeu se cruzaron en el vestíbulo e intercambiaron un cordial saludo. El primero incluso le deseó suerte en un proceso que podría situarlo como su rival en las autonómicas.