Galicia tendrá su propia Rede de Parques Naturales, conformada por Baixa Limia-Serra do Xurés, el complejo dunar de Corrubedo y lagunas de Carregal y Vixán, las Fragas do Eume, el Monte Aloia, O Invernadoiro y la Serra da Enciña da Lastra. Unos "espacios únicos", según la conselleira de Medio Ambiente y Ordenación do Territorio, que precisamente por eso necesitan un paraguas de gestión común que previsiblemente se aprobará en el Consello de la Xunta de la próxima semana. El interés por las visitas a estos lugares crece cada año, según Beatriz Mato, y de ahí la necesidad de una "buena coordinación" entre los espacios naturales y "promover el conocimiento", su "conservación" y la "puesta en valor" de la red.
Los parques de gestión autonómica se unirán así a la Rede Galega de Espazos Protexidos en la que también está el Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia, otros seis monumentos naturales como la playa de las Catedrales, cinco humedales protegidos, dos paisajes protegidos y zonas de especial protección de los valores naturales.
La gestión unificada servirá para promocionar y poner en valor el patrimonio natural y cultural, la educación ambiental, la difusión e investigación de los parques naturales, así como el turismo sostenible y otras actividades para el desarrollo socioeconómico de las poblaciones próximas a los mismos. Lo que, entre otras cosas, permitirá, según la consellería, hacer de ellos "un atractivo ecoturístico, alcanzando un equilibrio entre el flujo de visitantes y su adecuada conservación". Hasta el punto de convertirlos en una marca de "referencia" en el país. De ahí la intención de acompañarlos de una identidad corporativa como "iconos de la España verde" y como espacios naturales de interés en Europa.
Entre las medidas previstas está un programa de voluntariado y la contratación de personas en riesgo de exclusión social; la señalización homogeneizada de los seis parques; o la apuesta por la agricultura ecológica y la comercialización de los parques.
