Aunque los gallegos dan un aprobado a la sanidad pública, con una nota de 6,1, aumenta ligeramente el grado de insatisfacción con la atención sanitaria respecto a 2014 cuando la puntuación se situaba ligeramente por encima, en un 6,2. Y además si se compara con otras comunidades, Galicia no sale bien parada. Es la cuarta autonomía que obtiene peor calificación. Solo Canarias (5,8), Cataluña (6) y Castilla La Mancha (6) sacaron menos nota en el Barómetro sanitario que acaba de publicar el Ministerio de Sanidad. Un año antes ocupaba el sexto lugar por la cola, de manera que empeora su posición en relación al resto de España. El mayor descontento es con las urgencias en los hospitales, que los gallegos puntúan con un 5,9 frente al 6,1 del año anterior. Por el contrario, la atención en los centros de salud por el médico de cabecera recibe un notable.
El 16 por ciento de los gallegos suspenden el funcionamiento del sistema sanitario público y un 20 por ciento le da un aprobado raspado. De nota media saca un 6,1, por debajo de la puntuación nacional del 6,3 y lejos del notable que obtienen las comunidades mejor valoradas como Navarra o Aragón que consiguen un notable.
En todo caso, según la apreciación de los gallegos, hay diferencias en el funcionamiento de unos servicios y de otros. El punto negro de la sanidad está en las urgencias, a tenor de la encuesta realizada por el ministerio. Dos de cada diez usuarios se muestra insatisfecho. Una de las pegas que habitualmente ponen los usuarios es, de hecho, la tardanza que sufren desde que llegan hasta que se ocupan de ellos y ese descontento queda reflejado en el barómetro. Así, un tercio está insatisfechos. El 36 por ciento de los consultados se queja de la "poca o ninguna rapidez" con la que son atendidos. Otro 50 por ciento, sin embargo, considera que son recibidos con "bastante rapidez" y solo un 10 por ciento cree que son "muy rápidos".
Otro indicador que refleja la mayor insatisfacción que existe con las urgencias hospitalarias en relación a otros servicios es el hecho de que el 31 por ciento de los gallegos opina que "ha empeorado" en los últimos cinco años. Solo el 12 por ciento ve una mejoría.
En cuanto a las consultas con el especialista, están mejor valoradas que las urgencias puesto que llegan a una calificación de 6,4 puntos. Pero aún así, si se compara con otras comunidades Galicia es la segunda con peor nota, solo por detrás de Extremadura (6,3). Y además ha bajado en una décima su puntuación con respecto a 2014.
Dos de cada diez gallegos creen que ha empeorado la asistencia sanitaria prestada por los especialistas, mientras que solo un 16 por ciento dicen que ha mejorado y el resto cree que sigue igual.
Sobre las esperas para ir al especialista, el 22 por ciento de los gallegos consultados obtuvo cita en un plazo inferior a un mes, pero hay otro 14 por ciento que asegura que tuvo que esperar más de medio año para poder ir al médico. Galicia es además la segunda comunidad, después de Navarra, con un mayor porcentaje de encuestados que declaran esperas superiores a los seis meses. Como contrapunto en autonomías como La Rioja o País Vasco solo un 3,4 por ciento de sus usuarios superan este horizonte y casi el cuarenta por ciento aseguran que son atendidos en menos de 30 días.
La nota en Galicia mejora cuando se pregunta por la atención hospitalaria. La puntuación llega casi al notable con un 6,45, aunque la comunidad gallega sigue a la cola puesto que es la quinta con peor valoración. En este caso, sin embargo, son más los gallegos que opinan que con los años ha mejorado el servicio (15,3 por ciento) frente a los que, por el contrario, creen que ha empeorado (12,6 por ciento).
Pero, sin duda, lo que más valoran los gallegos es la atención que reciben del médico de cabecera. Es el único servicio que saca notable: un 7,2. Aún así, el Barómetro Sanitario refleja que la puntuación de la atención primaria por parte de los usuarios de Galicia ha bajado en dos décimas con respecto al año 2014. Y además también está en los puestos de cola de España ocupando el quinto puesto por la cola y empatada con Murcia y Canarias.
Y aunque el 49 por ciento de los gallegos declara que es capaz de conseguir cita para el médico de familia para el mismo día, la otra mitad dice que tarda dos o más días en ser atendido. Un 10 por ciento asegura que la espera para ir al facultativo de cabecera supera los cuatro días.
En todo caso, es el servicio donde hay un mayor número de gallegos que opinan que ha mejorado en los últimos cinco años (el 34 por ciento). Solo el 13,9 por ciento opina que ha empeorado.
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El 20 por ciento de los gallegos toman antibióticos sin receta
- El nuevo copago farmacéutico, pese a que lleva cuatro años en vigor, sigue sin convencer a los usuarios. Según el Barómetro sanitario, siete de cada diez gallegos no está conforme con el actual sistema de pago de medicamentos. La mitad opina que debería contemplar más tramos para que las aportaciones sean más adecuadas al nivel de renta de los pacientes. Y otro 27 por ciento cree que debería retirarse y volver al sistema que había antes. Solo el 18,9 por ciento están conforme con el copago.El abuso de los antibióticos es motivo de alerta desde hace años por parte de las autoridades sanitarias que advierten que consumir en exceso antibacterianos puede provocar que pierdan efectividad. Desde el Sergas se ha llamado incluso la atención a los médicos de familia para que receten menos antibióticos.Sin embargo, en Galicia dos de cada diez gallegos los consume sin receta médica, según declaran en la encuesta del Ministerio de Sanidad. Eso sí, el cien por cien declara que sigue el tratamiento completo y no lo deja a medias.Casi 300.000 gallegos almacenan envases enteros de medicamentos en sus casas. Y de ellos, el 8,5 por ciento, es decir unos 25.000, reconocen que son fármacos recetados por sus doctores que decidieron no tomarse.Otros 175.000 tienen las medicinas en sus casas simplemente para que no les falten cuando más adelante las necesiten y a otros 93.000 les sobraron porque cambiaron de tratamiento.
Siete de cada diez usuarios están en contra del copago farmacéutico
- ELa aplicación del copago farmácéutivo fue muy polémica, sobre todo porque coincidió con un periodo de crisis y de asfixia económica de las familias. Algunos enfermos dejaron incluso de tomar algún fármaco por motivos económicos. Esta cifra, en todo caso, ha bajado en 2015, año en el que la economía empezó a recuperarse, y solo 49.000 gallegos declaran ahora que han renunciado a medicarse por falta de dinero, un 60 por ciento menos que un año antes.
