Las estimaciones habitualmente optimistas del gabinete de estudios del BBVA respecto a la economía de Galicia dejan esta vez una fotografía muy poco halagüeña en comparación con la evolución en el resto de las autonomías tanto en el actual ejercicio como en el próximo 2017. El Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad avanzará en 2016 un 2,2%, que son cinco décimas por debajo del 2,7% contemplado para el conjunto del Estado y el segundo menor crecimiento entre las regiones; y otro 2,2% el año que viene, de nuevo a cinco décimas de distancia del PIB nacional y, esta vez, como el territorio con peor dato. Con la información conocida en estos últimos meses, BBVA Research sostiene que el este peninsular y las islas continúan mostrando "signos de mayor dinamismo", gracias, entre otras razones, al tirón del turismo.

Y eso que las perspectivas para Galicia eran incluso menores. Los analistas de BBVA destacan "un leve sesgo al alza" porque en las comunidades del noroeste "el dinamismo en la venta de bienes al extranjero de la primera parte del año 2015 habría apoyado una mejora del comportamiento industrial y aumento en la productividad por encima de lo esperado". El estudio señala que el consumo no pisa el acelerador en la comunidad, con un incremento de solo el 0,5% del gasto privado en el primer trimestre, frente al 1,2% del país. La inversión pública aumentó en 2015. A diferencia de la mayoría de regiones. Pero con una "magnitud reducida". Las exportaciones aguantan "un crecimiento débil" en general, con una mejoría en algunas comunidades como Galicia por la industria del automóvil. El ritmo de crecimiento del empleo en el área del Mediterráneo, Madrid y La Rioja duplica al del resto.