El estreno de la evaluación de 6º de Primaria dejó en Galicia un panorama heterogéneo en función del centro educativo o de las áreas rurales y urbanas. Gran parte de las aulas se quedaron vacías o semivacías el día inaugural de las pruebas de fin de etapa de la Lomce, exámenes de diagnóstico que no cuentan para nota pero que han provocado el recelo de parte de la comunidad educativa al considerar "excesivo" el número de exámenes que marca la nueva ley educativa (Lomce) y entender que no aportan novedades al aprendizaje, existiendo el sistema de evaluación continua.

La participación fue menor que en las pruebas de 3º; en un año creció el rechazo a los exámenes de la Lomce. La propia Consellería de Educación indicó ayer, tras analizar la asistencia a clase el primer día, que el 40% de los alumnos de 6º no se presentó, frente a un 20% de ausencias en 2015. El porcentaje aportado por la Xunta se traduce en que al menos unas 9.000 familias no enviaron a los niños a clase, teniendo en cuenta que estaban convocados a las pruebas 22.000 escolares.

Según los cálculos de la Plataforma en Defensa do Ensino Público la no asistencia se elevó al 80%, faltando a clase 4 de cada 5 alumnos de 6º, un porcentaje que el año pasado había fijado en el 40%. En Vigo las ANPAs elevaron las ausencias al 85% y en la zona de O Morrazo, por ejemplo, hubo colegios con "cero niños": seis centros, de 16, no celebraron la prueba. En el Deza, cuatro colegios, de 25, tampoco la realizaron por falta de niños y en Vilagarcía, solo un 20% del alumnado acudió a clase para hacer los exámenes. La abstención en Pontevedra superó el 50%. Para la Confederación Galega de ANPAs de Centros Públicos (Confapa-Galicia), que creó su propio método para medir la asistencia, se ausentó el 67,2% del total. Según la Plataforma en Defensa do Ensino y las familias que no enviaron a los niños al colegio, con justificante por la ausencia, supone un modo de mostrar su rechazo a las pruebas, al considerarlas "innecesarias y estériles", y también a la Lomce.

El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, calificó de "muy razonables" los datos de participación, con un 60% del alumnado y un 90% de los centros, teniendo en cuenta "el escenario de tensión y los llamamientos constantes al boicot y a la insumisión" por parte de algunas organizaciones y en una etapa preelectoral. Aún así, Rodríguez reiteró que esta prueba no cuenta para el expediente académico del alumno y, "en ningún caso, se van a establecer rankings de centros", por lo que consideró que, quienes insistieron en estas ideas, "deben pedir disculpas". Celebró que prevaleciera "el sentido común" de las familias, que "mayoritariamente enviaron a sus hijos con normalidad". Rodríguez insistió en que se trata de una herramienta metodológica, "que complementa la evaluación continua y ayuda a los centros y a las familias a tener información adicional". Recordó que a raíz de la prueba de 3º del año pasado, la consellería concretó contratos-programa en 69 centros de Primaria para desarrollar planes de mejora y todos ellos con un docente externo de apoyo. Rodríguez lamentó la "postura egoísta" de determinadas formaciones políticas y sindicales "que piensan más en sus propios intereses que en el beneficio de los alumnos" y las "medias verdades": "Dijimos mil y una vez que no va a haber rankings y que no computan para nota media. O son inconscientes o mentían", apuntó Rodríguez, que añadió que el Gobierno actúa con responsabilidad atendiendo a las normas de un estado democrático.