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En Marea sella su crisis y repetirá como coalición el 26-J

Beiras cede en su petición de concurrir como partido, pero logra que el proyecto para las gallegas no gire en torno a las mareas locales

Pablo Iglesias y Xosé Manuel Beiras. // 13fotos

La sangre no llegó al río. Las tensiones que podían hacer parecer que En Marea estaba a punto de saltar por los aires se aplacaron ayer, tras una larga reunión ayer por la tarde entre los dirigentes de Podemos, Anova y EU. Todos eran conscientes que tras lograr en las elecciones municipales del año pasado las alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol y después de superar en votos al PSdeG en las generales de diciembre y situarse como segunda fuerza de Galicia con 6 escaños en las Cortes, no podían tirar por la borde todo ese caudal electoral. Así que En Marea repetirá como coalición, y no como partido, en los comicios del 26-J.

Las condiciones del acuerdo serán las mismas que se sellaron para concurrir a la cita con las urnas de diciembre. Renunciar a la pretensión de convertir En Marea en un partido político para tener más opciones de poder tener grupo parlamentario propio en el Congreso fue la cesión de Beiras. ¿Y la de Esquerda Unida y parte de Podemos? Aceptar la exigencia de Anova de que el proyecto de cara a las elecciones autonómicas pivotará en torno a En Marea, y Mareas en Común será "una herramienta más" o dicho en palabras del propio Beiras las mareas locales deben ser "un afluente". Ahí Anova contó con el apoyo de la dirección gallega de Podemos, que defiende ampliar En Marea y no crear un nuevo ente, las Mareas en Común, que estaba auspiciado por la Marea Atlántica de A Coruña, con el visto bueno de Esquerda Unida y los diputados en el Congreso de Podemos.

Así que ambos bandos han cedido para llegar a un punto de encuentro, y a partir de ahora intentar preparar la segunda vuelta de las elecciones generales, en las que tienen el reto de que las tensiones entre los socios que han salido a la luz pública no les suponga un desgaste, y en consecuencia una merma de votos. El objetivo es repetir o mejorar posiciones, nunca dar un paso hacia atrás en las urnas. En todo caso, las disensiones y los recelos están ahí, y no se apagarán fácilmente, pero ayer se logró, según las fuentes consultadas por este diario, desencallar la situación para intentar avanzar con la vista puesta en las generales y las autonómicas de finales de año.

Bajo los mimbres de este acuerdo sellado ayer, tras los cruces de acusaciones entre Xosé Manuel Beiras (Anova) y Yolanda Díaz (EU), el domingo, En Marea celebrará su primera Asamblea, para la que ya hay 500 inscritos. A primera hora de la tarde de ayer, los socios de En Marea barajaban una consulta telemática a sus bases sobre si se debía reeditar En Marea como coalición o como partido, pero al final acordaron que no será necesaria. Eso sí, Podemos ya está consultando a sus bases en todo el Estado, y también en Galicia, si se reeditan las confluencias "en los mismos términos" que el 20-D, al tiempo que se les pide el aval para la coalición con IU a nivel estatal.

¿Qué le pasa a En Marea? Que sus tres socios principales se miran de reojo y no terminan de fiarse los unos de los otros. Desde Anova recelan de que Pablo Iglesias con la ayuda de Yolanda Díaz quiera convertir a En Marea en "un espacio podemita más", sin entender las peculiaridades del proyecto gallego, donde la impronta nacionalista y el referente de Xosé Manuel Beiras ha tenido mucho que ver con su éxito. Anova se ve atacada por la alianza de Podemos y EU y hace valer su espacio, por ejemplo saliendo a la palestra el propio Beiras a jugar con la posibilidad de ser el cabeza de cartel de las autonómicas. Los de Beiras se niegan a dar la razón al Bloque, de que Podemos solo ve a En Marea como "una sucursal" y se presentan como los valedores de que no sucederá.

Por su parte, el partido morado, con la complicidad de EU, piensa que tras el éxito electoral cosechado a nivel estatal debe tener más protagonismo en la coalición de En Marea, la cual negoció a la baja tras los resultados no tan buenos como los esperados en Cataluña. Y el partido de Pablo Iglesias, más sus dirigentes autonómicos de confianza, que la dirección gallega, ve con temor que En Marea pivote sobre Anova, de los tres partidos el que tiene más estructura y que además puede sumar nuevos efectivos con el goteo de fugas cuadros y militancia del BNG.

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