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Más de 40 empresas y campus logran casi 30 millones de Europa para impulsar productos innovadores

Galicia es séptima entre las autonomías en fondos del Horizonte 2020 -La mitad de los beneficiarios en la comunidad son empresas

Elevar el nivel de la ciencia para reforzar la posición de la UE en el panorama mundial, desarrollar tecnologías para ayudar a las empresas innovadoras a ser líderes e investigar en los grandes retos sociales que afectan a los ciudadanos del viejo continente (salud, demografía, clima, energía, transporte...) son los objetivos del programa Horizonte 2020, el instrumento de financiación de I+D de la UE entre 2014 y 2020. También Galicia tiene algo que aportar a ese futuro de Europa. O así lo entiende la UE, ya que en los dos años que lleva en marcha el programa ha elegido a 43 entidades de la comunidad para recibir una subvención pese a que la convocatoria era reñida: se recibieron más de 50.000 propuestas.

En la práctica, el logro gallego se traduce en un 2,6% de la financiación que llegó a España (1.100,8 millones) y se traduce en casi 30 millones de euros. Estos resultados ubicarían a Galicia en el séptimo puesto entre las autonomías, en una tabla que encabezan Cataluña y Madrid, que multiplican por diez la partida gallega, según datos del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CTDI) del Ministerio de Economía.

La mitad de los beneficiarios de las ayudas en Galicia son empresas (21), aunque Europa apoya también cinco entidades de la Administración (como el Sergas). El resto son iniciativas de las universidades, centros tecnológicos o de investigación. No obstante, los proyectos que han logrado fondos por responder a alguno de los objetivos estratégicos del programa marco son más numerosos: hasta 91, explican desde la Xunta, de los que 37 estarían vinculados de algún modo con la provincia de Pontevedra. Entre ellos se encuentran varios auspiciados desde el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia, por empresas como Optare o Nanoimunotech o la Universidade de Vigo.

Desde la Consellería de Industria explican que las áreas en las que las entidades gallegas obtuvieron un mejor resultado, tanto en número de participaciones como de retorno alcanzado, fueron: nanotecnología, materiales avanzados y biotecnología (21,7% de lo logrado para Galicia); salud, cambio demográfico y bienestar (17,3%); seguridad alimentaria, agricultura sostenible, investigación marina y bioeconomía (11,4%), acciones Marie Sklodowska-Curie, destinadas a mejorar la capacitación de los investigadores (9%) y tecnologías de la información y la telecomunicación (7,9%).

Fortape - Proyecto desarrollado por el CTAG

A la caza de procesos para fabricar de modo más eficiente piezas más resistentes y ligeras

El Centro de Automoción de Galicia lidera FORTAPE, en el que participan otros nueve socios de cinco países, entre ellos multinacionales del sector de la automoción (Ford y Grupo Antolín) y aeronáutico (Airbus). Medio centenar de investigadores desarrollan un sistema más eficiente para fabricar piezas más resistentes y ligeras para puertas de coches y ventanillas de aviones y Europa ha visto su potencial, ya que financia el 100% de la investigación: 5 millones de euros.

Si la meta se logra, explica la responsable del área de Innovación de Materiales del CTAG y coordinadora del proyecto, Raquel Ledo, el "mayor beneficio" recaerá en los fabricantes de piezas de automóvil y aviones, que dispondrán de procesos más eficientes y, así, de productos de menor coste. Pero el usuario final también lo disfrutará: "Desde el momento en que su automóvil o el avión en el que viaje tenga piezas más resistentes, aumentará su seguridad, y más ligeras, lo que repercutirá en el consumo de combustible".

Ya existen en el mercado láminas de plástico reforzadas con fibra de vidrio o carbono, pero procesarlas en un entorno industrial exige muchos recursos y el coste sube. La misión del CTAG es solucionarlo y optimizar el uso de material y energía: reducir el consumo de material un 40% en la automoción y un 75% en aeronáutica y lograr ahorros en el consumo de energía de entre un 35 y un 45%. Las previsiones son buenas: el proyecto arrancó en febrero de 2015 y esperan que los procesos desarrollados puedan implantarse en el mercado en dos años.

Jospel - Proyecto desarrollado por el CTAG

En pos de un sistema de climatización eficiente y de confort para coches eléctricos

Europa mima al CTAG: cuatro proyectos diferentes cuentan con fondos del Horizonte 2020, incluido JOSPEL, cuyo coste, 6,7 millones de euros, está financiado también totalmente por la Unión Europea. El reto en este caso es desarrollar un sistema de climatización de vehículos eléctricos "eficiente desde el punto de vista del consumo energético y que optimice la sensación de confort", según explica el responsable del departamento de Materiales y Sistemas de Interior, Alberto Tielas. Para lograrlo, se han unido catorce socios, tanto industriales como centros de investigación, de nueve países que disponen de plazo hasta mayo de 2019 y se han dividido unas tareas. El CTAG tiene dos encargos: desarrollar un tejido autocalefactable que podrá ser integrado en las alfombras, asientos o techo del vehículo e implementar un "demo-lab" con usuarios reales para analizar las "sensaciones subjetivas" de los pasajeros y compararlas con las simulaciones.

El objetivo, señala Tielas, es "ambicioso": reducir a la mitad el consumo de energía necesario en calefacción para el confort de los pasajeros y al menos un 30% para refrigeración, lo que se traduciría en un aumento de la autonomía del vehículo de hasta un 25%. Tielas explica que "mucha gente"no considera la compra de un vehículo elécrico por su escasa autonomía. Pero esta se puede elevar aumentando la eficiencia del motor, reduciendo el peso del coche y optimizando las prestaciones de la batería y el consumo de energía. El CTAG trabaja en las dos últimas líneas.

Detector de rayos cósmicos - Hidronav

Meta: un detector de rayos cósmicos para predecir el clima del espacio y proteger industrias

Hidronav Technologies S. L. es una empresa de Pontevedra que también se ha colado entre los elegidos por Europa. Por ahora parten de 50.000 euros, pero llegarán más fondos en los tres años que se han puesto de límite. La compañía encara un enorme desafío con un equipo de 8 personas y de la mano del LabCAF de la Universidade de Santiago. En síntesis, lo que buscan, explica José Collazo, responsable del laboratorio de investigación, es desarrollar un nuevo detector de rayos cósmicos, que son modulados por la actividad solar y se utiliza sobre todo para estudiar el clima espacial, aunque, dado que también la atmósfera terrestre los afecta, pueden revelar efectos de interés para la meteorología del planeta.

El primer punto tiene interés para las grandes industrias (de telecomunicaciones, satélites, transporte, GPS, producción y distribución eléctrica...). Collazo explica que si mejoran los aparatos de "Space Weather" se podrán predecir "con mayor antelación y precisión" sus efectos, como pueden ser las tormentas geomagnéticas, lo que permitiría "mitigar los efectos adversos" en todos los sectores mencionados. Collazo pone de ejemplo cómo en 1989 Quebec sufrió un apagón de 9 horas por esas tormentas, y las pérdidas se estiman entre 4.000 y 10.000 millones de dólares. Si ocurriese en Nueva York, advierte, "sin ningún protocolo de mitigación, podría destruir la economía mundial". Pero además el incremento de información sobre variables atmosféricas incide en afinar las previsiones meteorológicas, y de su importancia saben sectores como la agricultura.

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