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Las predilecciones laborales de los universitarios gallegos

La estabilidad y el sueldo inclinan a los universitarios gallegos a preferir se funcionarios que emprendedores

Los expertos critican que las ayudas al fomento del emprendimiento son "escasas y coyunturales" -La estabilidad laboral y el sueldo influye en que quieran ser funcionarios

Biblioteca del campus universitario de Ourense. // Iñaki Osorio

Galicia está a la cola del emprendimiento. El índice que mide la actividad emprendedora ha ido cayendo en los últimos años. En cambio, la comunidad está en la mitad superior de la tabla en funcionarios por cada cien habitantes (3,2 en 2014) y, según la EPA, el 23% de los asalariados gallegos trabaja en el sector público. En este contexto, y pese a que la crisis puso de moda el emprendimiento -si no tengo trabajo, me lo fabrico yo mismo, pensaron muchos-, los jóvenes universitarios gallegos siguen en apariencia anclados a una tradición que prima lo seguro y para toda la vida, ideales encarnados en un puesto de funcionario. Así se desprende de una encuesta de la consultora GAD3 en todo el país, que refleja que en España el porcentaje de quienes quieren montar un negocio supera al de aspirantes a la función pública y que esta última opción es la de la mayoría en Galicia.

Que en la comunidad se multipliquen los candidatos a funcionario no tiene que ver, según los expertos, con una mayor aversión al riesgo de los gallegos -lo desmontan al salir a buscarse la vida fuera, sostiene el sociólogo José Luis Veira-, sino que estaría relacionado con el dinamismo económico, no fomentar el emprendimiento con ayudas o la tradición familiar y educativa. El profesor de Economía Aplicada de la Universidade de Vigo, Alberto Vaquero, afirma que los jóvenes quieren "tener una rentabilidad más o menos cierta de su inversión educativa lo antes posible y, hoy por hoy, un empleo público sigue teniendo una mayor estabilidad laboral que uno en el sector privado".

Para el presidente del Colegio de Economistas de Pontevedra, Juan José Santamaría, "la administración se piensa como un empleo seguro porque hay serias dificultades para encontrar trabajo por cuenta ajena y también para el emprendimiento". En el segundo caso estas dificultades, dice, vendrían de que para emprender hay que hacerse con una cartera de clientes, "y en una zona de España que esté menos industrializada voy a tener un número de clientes menor". Al final, aunque es "lo más difícil", se prima "lo seguro", sostiene.

Vaquero, tras diagnosticar que "los jóvenes universitarios gallegos son poco propensos a emprender", señala que "quizás parte de esta situación se deba al escaso dinamismo del tejido productivo gallego, basado en la micro y pequeña y mediana empresa". Con todo, cree que "el fomento del emprendimiento es una asignatura pendiente en Galicia, y España, desde hace muchos años". "Se habla mucho de fomentarlo", alega, "pero la realidad nos muestra que las actuaciones económicas son escasas y coyunturales" y que al final no mejoran las "expectativas" de los futuros emprendedores. "Si se quiere que la generación mejor preparada de nuestros estudiantes universitarios sea emprendedora, hace falta diseñar un programa realista y a medio y largo plazo", proclama.

Que las empresas atraen a más empresas porque también son clientes lo defiende asimismo Lucía Pedroso, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Pontevedra. Pero esta joven, que sí se atrevió a emprender, no cree que sea "más difícil emprender en Galicia", sino que lo es en general porque "las medidas administrativas no son suficientes", sin olvidar los problemas de conciliación o la educación. "Tal vez no metemos desde edades tempranas el emprendimiento. Igual había que incluir asignaturas", señala. En Estados Unidos, alega, "nadie piensa en ser funcionario, sino empresario".

En Galicia, explica el catedrático de Sociología José Luis Veira, la tendencia al funcionariado es "histórica", como en el resto del país, "casi una tradición". "Hay una tendencia a un puesto seguro, estable y vitalicio", afirma. No obstante, "lo previsible", augura, "es que a medio y largo plazo disminuya porque el empleado público ya no tiene el carácter vitalicio de antaño ni la seguridad de antes", un cambio que "quizás", dice, se esté notando ya en zonas más dinámicas y que llegará a Galicia. Aquí, enfatiza, la apuesta se mantiene "casi por inercia, tal vez transmitida de padres a hijos". De hecho, la encuesta a universitarios indica que del ejemplo se aprende: son más propensos a emprender quienes tienen un progenitor empresario o autónomo.

Pedro Rey, presidente de la Confederación Española de Empresas de Formación, explica que hay zonas de Galicia, como Ourense y Lugo y la ciudad de Pontevedra, "donde siempre hubo menos actividad empresarial e industrial" y "siempre fueron un vivero de opositores, y eso ya crea una cultura". A juicio de este vigués, los jóvenes "no quieren arriesgarse", por ahora les falta "optimismo", y "en momentos de crisis prefieren ser funcionarios". "No quieren estar en paro y quieren seguridad, y puede tener una razón salarial: son condiciones menos precarias". Sobre todo cuando la oferta pública se ha recuperado. Pedroso apunta que desde noviembre se redujeron los asesoramientos a emprendedores de su asociación, el mes en la Xunta anunció 2.100 plazas de empleo público para 2016.

Desde la consultora GAD3 señalan que "en un escenario de inseguridad laboral, sobre todo para la generación joven (con más de un 30% de paro), es lógico pensar que el universitario busque en su empleo cierta seguridad laboral". "Esta realidad", añaden, "no está reñida con tener una actitud de mayor predisposición al emprendimiento".

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