Pese a las medidas de impulso de las administraciones para fomentar el uso de las nuevas tecnologías y modernizar el tejido empresarial gallego, la realidad de los pequeños negocios y autónomos en Galicia va en otra dirección. El porcentaje de empresas de menos de diez asalariados (el 96 por ciento del total) que disponen de conexión a internet ha caído en la comunidad autónoma a su nivel más bajo desde 2013 situando a la comunidad gallega a la cola de España. Según los últimos datos del Observatorio da Sociedade da Información e Modernización de Galicia (Osimga), que depende de la Xunta, solo el 57,9 por ciento de estas microempresas está engachada a la red cuando tres años antes ascendían al 64,9 por ciento. Esto significa que 11.200 pequeñas firmas se han desconectado de internet en ese periodo.
Desde el sector de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) apuntan a que tras esta reducción está la asfixia económica que lleva a estos negocios a recortar gastos. Afecta sobre todo a empresas sin asalariados, autónomos y comercios. También se pueden encontrar en esta situación firmas incipientes que aún no tuvieron tiempo o no disponen todavía de recursos para contratar internet.
La reducción del número de empresas conectadas a la red se notó ya por primera vez en 2014. En ese momento la caída en el número de firmas con internet contratado fue de casi 5.000 en un solo año con la particularidad de que afectó no solo a las más pequeñas sino también a las que tenían más de 10 empleados.
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El pasado año la implantación de internet en el tejido empresarial gallego volvió a bajar aunque solo entre las microempresas con menos de diez asalariados. Entre las de mayor tamaño el número de firmas conectadas a la red subió, aunque solo un 0,8 por ciento. Sin embargo, entre los pequeños negocios y autónomos se acentuó la caída: si en 2014 la implantación de internet bajó un 3,4 por ciento, en 2015 fue del 7,7 por ciento. El apagón tecnológico afectó a casi 7.000 firmas.
En total, entre 2013 y 2015 suman más de 11.000 las pequeñas empresas que optaron por prescindir de internet. Con este panorama Galicia se sitúa a la cola de España como la comunidad con menos microempresas conectadas a la red. No partía de una buena situación. En 2014 ocupaba el quinto puesto por abajo, pero tras un nuevo descenso en el volumen de negocios con conexión a la red, en 2015 pasa a ocupar el último lugar.
Segun los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 57,9 por ciento de las empresas gallegas con menos de diez asalariados tienen internet, lejos de comunidades como Andalucía, Canarias, Cataluña, Madrid o Murcia que superan una implantación del 70 por ciento.
También desciende casi un 16 por ciento el porcentaje de pequeñas empresas que tienen su propia página web. Si en 2014 eran el 33 por ciento de las firmas con menos de diez empleados, al año siguiente baja al 28 por ciento.
En todo caso, según el Observatorio de la Xunta, entre las empresas que siguen conectadas a internet, la mayoría usan banda ancha (la de mayor capacidad y que permite navegar a más velocidad). En este indicador Galicia sale ganando puesto que es la tercera comunidad con más conexiones de este tipo.
Y mejora el indicador de compras y ventas a través de internet, lo que significa que, al final, aunque se reducen las firmas enganchadas a la red, las que siguen con conexión le sacan más partido. Así aumentaron un 39 por ciento las empresas que compran por internet (hasta el 11 por ciento) y un 130 por ciento las que venden (situándose en el 10,6 por ciento del total).
Tres de cada diez hogares gallegos aún no tienen ordenador
- Mientras baja la implantación de internet entre las pequeñas empresas, aumentan los hogares gallegos conectados a la red, si bien su crecimiento se frena tras el importante auge registrado en los años anteriores. Y lo mismo ocurre con el porcentaje de familias que disponen de ordenador en sus casas. Tras subir hasta el 70 por ciento, este incremento se estanca y queda aún un 30 por ciento de hogares que carecen de equipo informático.El Observatorio da Sociedade da Información e Modernización solo ofrece datos de la implantación de las nuevas tecnologías en los hogares hasta el año 2014. En su estudio excluye a los hogares donde residen mayores de 75 años. En 2010 tenían ordenador en el 61 por ciento, tres años después se elevó al 70 por ciento y en 2014 el incremento en la dotación de equipos informáticos fue de solo el 2,1 por ciento situándose así en el 71,5.En cuanto a las conexiones a internet se partía de un porcentaje más bajo. Hace cuatro años solo el 46,8 por ciento de los hogares estaban enganchados a la red. Los incrementos anuales del 20 por ciento se frenaron en 2014 cuando el aumento de familias conectadas se limitó al 6,8 por ciento, de manera que ahora siete de cada diez viviendas tienen internet, pero aún queda el 30 por ciento sin este servicio.Sin embargo, se dispararon las compras por internet un 17 por ciento. Uno de cada tres gallegos ya usa la red para adquirir bienes o servicios.
Carlos Conde: "Con la crisis las empresas redujeron su inversión en tecnología"
- Una de las principales debilidades del tejido empresarial gallego es su falta de modernización tecnológica y, de hecho, la Consellería de Economía ha reorientado sus políticas a suplir esta carencia a través de la llamada Agenda 4.0. Sin embargo, el camino es largo puesto que la crisis ha retraído precisamente la inversión de muchas empresas en innovación y tecnologías de la información y la comunicación (TIC).Ineo, que es la asociación que aglutina en Galicia al sector de las TIC, certifica que las empresas gallegas han tenido que recortar gastos y de ello no se libraron las nuevas tecnologías. "Desde 2010 se ha ido reduciendo progresivamente el gasto", admite el presidente de Ineo, Carlos Conde.Donde primero se recorta, según explica, es en la renovación de equipos informáticos. "Se estira la vida útil de los ordenadores todo lo que se puede", aclara. Pero las empresas también recortan de sus servicios de mantenimiento renegociando los contratos para reducir costes.Y cuando ya no queda más donde ahorrar, algunas empresas deciden prescindir también de Internet, según declaran desde Ineo.Según explica Carlos Conde, entre los negocios que se desconectan puede haber desde autónomos o empresas sin asalariados que se conforman con la conexión de su teléfono móvil a otras firmas que trabajan en locales de coworking compartiendo gastos.Desde Ineo defienden que si la administración exige cada vez realizar más trámites vía telemática, debería también poner medidas y ayudar a las empresas a dotarse de las herramientas necesarias para adaptarse a esta nueva situación.De hecho, en 2014, el último año recogido por el Observatorio da Sociedade da Información e Modernización, el 24 por ciento de los trámites de la Xunta dirigidos a empresas ya se podía realizar telemáticamente y la previsión del Gobierno gallego es que este año ya se complete el proceso y todos los procedimientos puedan cumplimentarse vía electrónica.
