Galicia ha dejado de ser la puerta de entrada de la droga en Europa. Los fardos que se distribuyen por España y el resto de países de la UE ya no llegan a través de la costa gallega. Los golpes policiales asestados a los clanes de narcos en los últimos años han forzado a los capos de la droga (un mercado dirigido por redes colombianas y venezolanas) a establecer nuevas rutas.

Desde hace unos años, las redes del narcotráfico utilizan grandes puertos para el desembarco en contenedores. Países del norte de Europa se han convertido en puerta de entrada de miles de contenedores para introducir la cocaína. Los clanes del narcotráfico también han buscado rutas alternativas abriendo nuevas puertas de entrada por los países del este de Europa, donde los medios y la lucha contra el narcotráfico no está al mismo nivel que en España.

Las investigaciones practicadas el año pasado por el Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia permitieron intervenir más de 1.500 kilos de cocaína, un volumen que se queda muy por encima de los 274 interceptados en 2014. Detrás de este balance está el abordaje del pesquero venezolano Coral, a 650 millas al oeste de Cabo Verde con 1.437 kilos de cocaína a bordo.