Mientras en España la situación política aboca a unas nuevas elecciones el 26 de junio, en Galicia la Xunta sigue manteniendo su objetivo de agotar la legislatura y ayer el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, fue incluso más allá y concretó que su horizonte está puesto en octubre. "El valor de la estabilidad se ve cada vez más. En Galicia tenemos estabilidad y esa estabilidad llega hasta octubre", señaló.

Así respondió al ser preguntado sobre la posibilidad de que la Xunta adelante los comicios si se repiten las elecciones generales el 26 de junio. "Ninguna novedad", aseguró tras constatar que "parece" que tocará una nueva llamada a las urnas tal y como se comportan "desde hace un mes o dos los perdedores de las elecciones".

La estabilidad es el principal argumento que esgrime tanto Rueda como el propio Feijóo en las últimas semanas para disipar la posibilidad de un adelanto electoral en Galicia. La decisión de anticipar los comicios daría ventaja al PP, que ya tiene a su candidato a la Presidencia de la Xunta, frente a las otras fuerzas de la oposición que aún están pendientes de designar a sus cabezas de cartel, a excepción del BNG, así como de articular posibles pactos electorales, en el caso de Anova, Podemos e IU. Sin embargo, Feijóo se mantiene en su decisión de agotar la legislatura haciendo valer la estabilidad de la que goza la comunidad gallega y evitando así que los comicios autonómicos queden contaminados por el escenario político estatal, donde el PP nacional ha sufrido un mayor desgaste del que tienen los populares en Galicia.

La Xunta no solo reivindica su estabilidad frente a la falta de acuerdo para formar Gobierno en España sino que también pone de ejemplo el funcionamiento de los gobiernos de las Mareas en Galicia.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tildó ayer la crisis de Gobierno que atraviesa el Concello de Ferrol de "caótica". "Evidencia que solo se pusieron de acuerdo para que no gobernara el partido que ganó las elecciones y ahora no se entienden para hacer el trabajo por el que les pagan los vecinos", denunció.

Y aprovechó para criticar al alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, por arremeter contra las Mareas cuando gobiernan en Ferrol, Santiago y A Coruña con el apoyo del PSOE. "Eso es una contradicción. Es hipocresía política", censuró.