La repetición de las elecciones generales el 26 de junio permitiría al BNG enmendar lo que considera un error estratégico: haber aparcado sus siglas en favor de la marca NÓS-Candidatura Galega, con la que se quedaron fuera del Congreso por primera vez desde 1996. Si se produce una nueva cita electoral, el Bloque sopesa incluir su marca en la papeleta, aunque todavía no ha tomado una decisión.

La formación decidió en su reciente asamblea no solo concurrir en las autonómicas tan solo con fuerzas nacionalistas, sino recuperar su marca para la papeleta, sin excluir algún añadido de otras fuerzas o coalición. "Por coherencia, lo lógico y probable sería recuperar nuestras siglas, independientemente de la fórmula electoral final porque esa la decisión que hemos tomado para las elecciones autonómicas", explican desde la organización.

La falta de acuerdo para constituir un Gobierno acerca cada día más la cita con las urnas y esa convocatoria electoral abre interrogantes no solo en lo relativo a la marca electoral del BNG o la fórmula jurídica de En Marea, sino también sobre la composición de las listas. Ninguna de las fuerzas gallegas con presencia en el Congreso se ha planteado de momento ese asunto.

En el caso del PP y del PSdeG, la opción más probable pasa por que se presenten de nuevo los mismos candidatos, aunque en ningún caso han abordado ese proceso aún y el peso de las direcciones estatales será decisivo.

En el caso socialista, la elección de candidatos fue polémica, pues José Ramón Gómez Besteiro, entonces líder del partido, excluyó de los primeros puestos en Ourense a las propuestas de las bases -Laura Seara y Teresa Taboada para Congreso y Senado- en favor de Rocío Frutos y Luis García Mañá. Ferraz tendría la última palabra en este caso.

En el BNG la decisión dependerá de la "disponibilidad" de los candidatos de NÓS y de si se adelantan las autonómicas. Al Congreso optaron Carme Adán (Pontevedra), Carlos Callón (A Coruña), Olalla Rodil (Lugo) y Noa Presas (Ourense).