La Consellería de Educación ha resuelto la incógnita que preocupaba a los directivos de los centros educativos, que se quejaban de que no recibían directrices para prepararse: ¿cuándo será la reválida de 6º de primaria? Si el Gobierno gallego siempre defendió que cumpliría la ley vigente (la Lomce) y que el examen se realizaría pese a que otras autonomías se declarasen en rebeldía, hasta ayer no dio fechas. Ahora sí: será dentro de tres semanas, los días 11, 12 y 13 de mayo.

Frente a la de 3º de primaria, que se estrenó en Galicia en 2015 con una duración de dos días y que este año mantendrá formato similar (está prevista para el 24 y el 25 de mayo, tras el paréntesis por el Día das Letras Galegas), la prueba de 6º medirá, además de competencias lingüísticas y matemáticas, las "básicas" en ciencia y tecnología -"muy centradas en ciencias de la naturaleza", dice la Xunta, propias del nivel educativo- y, a la vez, servirá para evaluar "el logro de objetivos de la etapa". Aun así, Educación insiste en que no se trata de una reválida, pese a que se la conozca en la calle como tal.

Sí será un poco más compleja que la de 3º. Serán cinco pruebas. El director xeral de Educación, Manuel Corredoira, puntualizó ayer que la de 3º evalúa de forma "integrada" las destrezas en castellano y gallego y en 6º se abordan de forma "diferenciada" cada uno y se suma el inglés. "Son tres competencias formalmente, pero como la de comunicación lingüística está dividida en tres, haremos dos el primer día, dos el segundo y una el último", explicó, para "no concentrar excesivamente la carga del alumnado", y añadió que se tratará "de combinar que haya gallego y castellano cada uno de los días excepto cuando toca inglés".

Así, los 22.000 niños de 6º convocados en Galicia se enfrentarían, en principio, según fuentes de Educación, a cinco cuadernillos que contendrán "entre 35 y 40" preguntas cada uno, gran parte de tipo test y otras para desarrollar. La duración "aproximada" será de 60 minutos por cuadernillo, de máximo. Además, con carácter "general", según el borrador de resolución que regula las pruebas, la de matemáticas se hará en castellano y la de ciencia, en gallego, aunque "podrán ser realizadas en la otra lengua cooficial" si lo piden los padres.

Corredoira recalcó que las pruebas (la de 3º afectará a otros 22.000 niños) no son "reválidas", "no computan" a efectos académicos ni de promoción y que los resultados no servirán para un ranking de centros sino para "implementar planes de mejora de calidad en el sistema educativo". Buscó así "tranquilizar" a los padres, dado que en 2015 el 20% de los alumnos no hizo la prueba.

El director xeral admitió que "en muchos casos" los resultados de la evaluación de 3º fueron "muy parecidos" a los de la ordinaria realizada en los centros, lo que indica que la hecha en los centros es "correcta". Padres y docentes cargaron en 2015 contra la prueba de 3º por "menospreciar" la evaluación continua".

Este año la Xunta introduce otro matiz. Si un centro no puede realizar las pruebas los días fijados, por ser festivos o por "circunstancias sobrevenidas", se harán en una fecha "inmediatamente posterior". Los de 3º los corregirán profesores del centro que impartan docencia a los alumnos en áreas distintas a las evaluadas y en 6º serán profesores que nos les den clase.

El anuncio gallego choca con los de Cataluña, País Vasco, Canarias o Navarra, que avanzaron que no harán la prueba de 6º, o Cantabria, que solo realizará un muestreo. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, recordó ayer que la Lomce está en vigor y que "en España hay que cumplir las leyes".

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