Medio año lleva de espera el lácteo gallego para conocer el gran secreto de la cadena alimentaria. Hasta ahora se conoce el precio al que la industria paga a los ganaderos -en el último año en Galicia 28 céntimos de media por litro, seis menos de lo que cuesta producirlo- y a cuánto vende cada brik la distribución a los consumidores. El Consejo de Ministros aprobó ayer, con seis meses de retraso desde la aprobación del acuerdo lácteo de septiembre, el real decreto por el que se regulan las declaraciones obligatorias que deberán realizar los fabricantes de leche líquida envasada de vaca y con la que Gobierno central pretende "avanzar en la transparencia del sector lácteo como garantía de sostenibilidad". Las industrias deberán presentar en los 20 primeros días del mes los datos sobre la cantidad comercializada y el precio de la mensualidad anterior ante el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) que incorporará la información en su sistema de información del mercado lácteo (Infolac).

El departamento que dirige la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, aclaró que la información recabada será "confidencial" y solo se publicarán los resultados del análisis de los datos. Por este motivo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) había emitido un informe negativo sobre el decreto al considerar que puede darse "un exceso de transparencia" que provoque filtraciones de datos confidenciales y que permitiría a las industrias acceder a datos de sus competidores.

La Interprofesional Láctea (Inlac) cree que el texto es "clave" pero admite que "costará" ponerlo en marcha y que cumpla su objetivo de disuadir a los operadores de realizar prácticas que vulneran la ley.

El problema es que los excedentes de leche pueden hundir aún más los precios. Unións Agrarias estima que esto afectará a un millar de ganaderos gallegos. Según denuncian, hay al menos una industria que ya comunicó que pagará estos excedentes de producción a "0,12 euros".