A la Xunta no le valen "solamente las medallas". No es suficiente para "reconocer" su cumplimiento otra vez en 2015 del techo de déficit. Las cuentas de Galicia cerraron el pasado ejercicio con 317 millones de euros más de gastos que de ingresos después de un recorte del desequilibrio presupuestario de casi la mitad -el mayor entre todas las regiones-, hasta situarlo en el 0,57% sobre el Producto Interior Bruto (PIB), frente al 0,7% de máximo pactado para las comunidades. Por eso el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, acudió ayer al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) con la exigencia de una compensación al menos "similar" al del pasado ejercicio, cuando los tipos cero para el endeudamiento y la condonación, a través de un convenio para facilitar inversiones, de las cantidades que tenía que devolver por las liquidaciones negativas de 2008 y 2009 -cuando las regiones recibieron más de lo que les correspondía del sistema de financiación autonómica porque la recaudación fiscal no alcanzó las previsiones oficiales- le permitió un ahorro de unos 150 millones. En este 2016 hay que reintegrar a las arcas estatales otros 85 millones por ese concepto y la deuda es un poco más baja, por lo que la contrapartida que demanda el Ejecutivo autonómico rondaría los 125 millones.

La adaptación al margen de déficit, los plazos legales del pago a proveedores y el nivel de deuda pública es el fruto, según Martínez, de "siete años de trabajo en el mismo camino". "Con mucho esfuerzo, una vez más, estos resultados no salen porque sí -aseguró a la entrada de la cumbre de las comunidades con el Ministerio de Hacienda en la tarde de ayer-. Hay mucho esfuerzo detrás". Algo que también le recordaron a él esta semana en el Parlamento gallego los grupos de la oposición, que criticaron los recortes de los últimos ejercicios en la comunidad. El conselleiro vuelve a presentar a Galicia como "ejemplo" de que "crecimiento económico y cumplimiento de déficit no son incompatibles".

El conselleiro incluye en su reivindicación la "lealtad" de la autonomía "en todo lo acordado y pactado" no solo durante la pasada legislatura. También los tres años anteriores. Y como ejemplo pone que Galicia no acudió al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), diseñado para aquellos territorios con el mercado cerrado para financiarse. "En consecuencia -señaló-, tuvimos unos costes derivados que trataremos de confirmar con el Estado para que también los tenga en consideración como esfuerzo". Algo probablemente difícil porque el propio ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, reprochó siempre a Galicia que no solicitara recursos al FLA y optase por pagar, según él, mayores intereses en sus operaciones de endeudamiento.

Desde la Xunta añaden una exigencia más. Que los cumplidores del déficit sean beneficiados en el reparto de los fondos de la financiación autonómica, ahora que Hacienda quiere formar un comité de expertos con miembros de las regiones para allanar el camino a un nuevo sistema.

Tras la exposición de sus reclamaciones, la delegación de la Xunta abandonó la reunión. Era un cita "sin deliberación". Sobre todo porque el Gobierno está en funciones y no tiene capacidad ejecutiva para tomar decisiones de este calibre. Lo mismo hicieron los representantes de otras comunidades como Andalucía. Su consejera de Hacienda, María José Montero, acusó al Ejecutivo central de "falta de liderazgo" ante el planteamiento mayoritario de un reparto diferente de los límites del déficit. "Nada nuevo bajo el sol", aseguró a la salida, tras destacar que los consejeros pusieron sobre la mesa propuestas para reconducir la consolidación fiscal, con "la mano tendida". "Pero no ha habido puntos de encuentro -censuró- ni ninguna propuesta novedosa".