El cierre de la reforma energética es, para Red Eléctrica de España (REE), uno de los hitos históricos del pasado 2015 que dibujan un escenario de "certidumbre y crecimiento" a partir de ahora. Como es habitual, su presidente insiste en que la acumulación del déficit de tarifa -el desequilibrio existente entre lo que cuesta dar el servicio y lo que se cobra al consumidor- a punto estuvo de provocar "casi una situación de colapso". "No solo en el sector, sino en el conjunto de la economía", subraya José Folgado. Ese fue también el argumento que el actual Gobierno dio para lanzar toda la batería de polémicas medidas, incluido el finiquito a las primas que cobraban las renovables, dejándoles en una situación de absoluta parálisis. El futuro de las fuentes limpias "está nublado en el tiempo", como reconocía ayer Folgado en su comparecencia previa a la Junta General de Accionistas que la transportista de la electricidad en el país celebra hoy. En el mismo acto en 2015 dio por hecho que a este tipo de energías le quedaban "cinco o seis años" de travesía en el desierto en espera de tiempos mejores, que ahora sitúa "en el medio plazo", para cuando prevé "un despliegue impresionante" de las renovables. Eso sí. REE condiciona la entrada de potencia como los 2.300 megavatios (MW) de eólica que Galicia arrastra desde hace más de cinco años por el concurso eólico y proyectos pendientes incluso desde antes a que España siga reforzando las conexiones internacionales.

¿Por qué? Para poder dar salida hacia otros países, especialmente Francia y de ahí al resto de Europa, la gran producción de las centrales. El país está lejos de dejar de ser una isla energética, pese a que otro de los grandes momentos del pasado ejercicio fue la apertura de un nuevo enlace hacia territorio galo que permitió duplicar la capacidad que había para exportar o importar electricidad.

Más intercambio

No es suficiente. La Comisión Europea aconseja que el margen de intercambio entre países llegue al 10% de la potencia instalada en un Estado. Y en el caso del tendido con Francia se sitúa en este momento en el 2,8%. "El incremento de las renovables debe ir en paralelo al refuerzo de las interconexiones -argumenta José Folgado-. De lo contrario, no es coherente".

El grupo transportista recuerda que toda la planificación del Ministerio de Industria con las obras a desarrollar hasta 2020, tanto en redes como en subestaciones, "está directamente ligada a las renovables". En el caso de las nuevas conexiones con Francia, hay tres nuevas en estudio. Por el lado de Portugal, la gran autopista eléctrica desde el sur de Galicia, fundamental para la evacuación de la futura eólica de la comunidad, acumula más de dos años de retraso por el rechazo social en el municipio de Arbo y las localidades lusas cercanas a la frontera. Es un proyecto de interés comunitario, que cuenta con el respaldo, y la financiación de Bruselas, pero por el momento sin fecha -la previsión inicial era 2017- porque los dos Gobiernos analizan alternativas al trazado diseñado.

El presidente de REE hace una defensa a ultranza ante la posibilidad de que también desde la Comisión Europea vean en el servicio de interrumpibilidad una ayuda de Estado. Grandes consumidores industriales reciben un descuento en su recibo de la luz a cambio de estar dispuestos a que se les corte en caso de que el sistema sufra una alteración y haya que reequilibrar el transporte. Cada año se invierten 500 millones de euros en asumir esa rebaja, que en el caso de los dos últimos ejercicios se adjudicaron medianta subastas.

El director general de Operación, Miguel Duvinson, desveló ayer que, a escala nacional, con la excepción de algunos episodios locales o uno de importancia en Andalucía, el servicio de interrumpibilidad no se activó en los últimos diez años porque no fue necesario.

"Esto es como un seguro de un incendio para una vivienda -explicó-, aunque las posibilidades de fuego sean pequeñas, puede suceder y hay que contar con él". Si es un servicio caro o no, REE no entra a valorarlo, porque se trata de "una medida de política energética" que, como la planificación de las obras, depende directamente del Ministerio de Industria.