"Con la máxima ecuanimidad" y "desde la más estricta independencia". Así desarrolló el Consello Económico e Social (CES) de Galicia su labor en los últimos años, según defendió ayer Corina Porro, que juró de nuevo su cargo como presidenta de la entidad en un acto en el que destacó su "satisfacción" por la parte que le tocó en esta trayectoria y aseguró que intentará "avanzar todavía más en este camino" mientras se plantea "una mayor apertura a la sociedad".

En un pleno extraordinario al que asistió también el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Economía, Francisco Conde, Porro reivindicó lo "mucho" que tiene que "aportar" el CES, cuyo "fin último" es el "consenso", como "foro de opinión de la sociedad civil". "Estamos dispuestos para responder a los requerimientos que se nos hagan desde el Gobierno gallego para conocer nuestra opinión en las más diversas materias", explicó, y añadió: "Nuestro único interés es que las aportaciones que realizamos sean tenidas en cuenta en el convencimiento de que eso será garantía de acierto en las decisiones, al estar avaladas por interlocutores que cubren una amplia gama de intereses de nuestra sociedad", añadió.

Pero el CES aspira a más. Aparte de "consolidar lo ya realizado y mantener la "ecuanimidad" y la "independencia", la entidad se plantea "una mayor abertura a la sociedad y a sus distintas sensibilidades", aseguró Porro. "Queremos ser la voz de los agentes económicos y sociales en el amplio sentido, y no solo de los tradicionales, sino también de los nuevos movimientos que irán surgiendo y que cumplan cada día un papel más activo en nuestra sociedad".

Otro de los ejes de actuación será el de "mantener e incluso reforzar la colaboración con otras instituciones y organizaciones", con "especial protagonismo" en el ámbito transfronterizo con Portugal". A través de estas actividades y el cumplir sus funciones, Porro reivindicó el "hacer del CES un protagonista destacado de la sociedad gallega", sociedad que afronta "importantes retos", como el desafío demográfico, el empleo o la integración de los menos favorecidos". "En todos estos frentes", subrayó, "creemos que el CES tiene mucho que aportar como foro de opinión de la sociedad civil", de cara a "conseguir una Galicia más próspera y justa".

Por su parte, Núñez Feijóo incidió en que "estamos en un tiempo" de "recuperación incipiente" donde "el CES adquiere una importancia capital". "Es el momento", afirmó, "de tomar decisiones estratégicas que hagan crecer la Galicia de 2016 pero con la vista puesta en la Galicia de 2020 y más allá. Hace falta diálogo, reflexión y mantener la cabeza fría, tres cualidades que encarna muy bien" el CES, dijo. En esa línea, enfatizó que "las recomendaciones del CES son hoy más necesarias que nunca" porque "necesitamos una legislación inteligente y completa que aporte las mejores soluciones posibles para los problemas más complicados que tenemos que afrontar y sabemos que la mejor forma de llegar a ella es escuchar las voces que se reúnen aquí", señaló. "Para trazar el camino hacia el futuro no valen atajos", concluyó.