De los siete modelos de visitantes que identifica la consultora Brain Trust, los 2,7 millones de turistas que el año pasado se alojaron durante sus vacaciones en casas de familiares y amigos, segundas residencias o apartamentos se denominan "viajeros oportunistas". Y al medio millón de personas que durmieron en alojamientos reglados, pero alternativos a los hoteles, se les conoce como "viajeros insaciables".

El turismo gallego busca, sin embargo, reforzar otros dos modelos para mantener e incluso mejorar los resultados de ocupación de 2015: el "gourmet" y el urbano. Canabal apuesta para la temporada baja por el "viajero gourmet" que se decanta por escapadas en las que disfrutar de la naturaleza y la gastronomía, dos de los atractivos de Galicia que la Xunta y el sector incluyen en sus campañas. Durante todo el año se busca atraer también al "viajero urbano" para que conozca las ciudades y áreas urbanas gallegas y descubra su historia y su cultura. En verano, las Rías Baixas y también los arenales de A Coruña y Lugo reciben a los "viajeros de playa", si bien Galicia se vende como un destino con una oferta más allá del sol y playa. En otras comunidades este perfil de turistas sería el mayoritario. En las islas Baleares y Canarias, por ejemplo, funcionan modelos que en Galicia no tienen éxito. Además del viajero de playa, triunfan los "pack", que solo buscan relajarse sin preocuparse por organizar el viaje. El séptimo perfil sería el viajero "visitante", que combina escapadas nacionales y al extranjero.