La Xunta recaudó un 30 por ciento menos en 2015 por el impuesto de sucesiones y donaciones. Y eso a pesar de que la rebaja fiscal anunciada por el Gobierno gallego no entró en vigor hasta este año. Hasta entonces Galicia se situaba entre las autonomías donde más se pagaba por las herencias. Y, a pesar de ello, la comunidad gallega fue la que sufrió un mayor recorte en sus ingresos por este concepto el pasado año. La Consellería de Facenda lo achaca a que en 2014 la recaudación fue extraordinaria debido a que se puso en marcha un plan especial de lucha contra el fraude que hizo aflorar 50,7 millones no declarados. Esto permitió que en ese ejercicio llegaran a las arcas públicas 231,8 millones de euros del impuesto de sucesiones, la cifra más alta de al menos los cinco últimos años.El pasado ejercicio, sin embargo, no hubo controles específicos y la recaudación se desplomó a 160,2 millones de euros.
A pesar de ello, Galicia se sitúa como la quinta comunidad que más ingresa por el impuesto de sucesiones y donaciones, solo por detrás de Cataluña (427 millones), Andalucía (358,5 millones), Madrid (307 millones) y Valencia (182,7 millones).
En todo caso, el pasado año recaudó 71,6 millones menos que los ingresados en 2014 y aunque es ligeramente superior a los 154,5 recaudados en 2013 es una cantidad bastante más baja que las cifras que obtuvo la Xunta al cobrar este impuesto en 2012 y 2011 (190 y 170,4 millones respectivamente).
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Solo cinco comunidades bajaron en 2015 su recaudación por el impuesto de sucesiones y Galicia se sitúa a la cabeza de la caída: Aragón (-20,5 por ciento), Murcia (-16,7 por ciento), Madrid (-16,4 por ciento) y Extremadura (-11,6 por ciento).
A pesar de disponer de casi 72 millones en 2015, la Consellería de Facenda ya preveía desde el principio una caída en la recaudación puesto que estimaba 177,4 millones de euros de ingresos, una cantidad que se elevó a 180,9 millones si bien la recaudación efectiva durante 2015 fue de solo 160,2 millones de euros.
Facenda achaca este descenso a que 2014 fue un año con ingresos extraordinarios debido al plan de lucha contra el fraude y aclaró que no puede repetir estos controles específicos cada año "porque perderían eficacia". "Hay que esperar a que haya una nueva bolsa de fraude", explican.
Sin embargo, economistas como Juan José Santamaría apuntan que el anuncio de la rebaja fiscal anunciada por la Xunta para 2016 pudo influir en el descenso de la recaudación puesto que pudo motivar que se retrasasen pactos sucesorios en vida hasta este año para pagar de esta manera menos por el impuesto de sucesiones.
El profesor titular de Economía en la Universidad de Vigo, Alberto Vaquero, advierte además que se trata de un impuesto más "volátil" que el del IRPF o el IVA puesto que depende del número de fallecimientos que haya cada año. Asegura que detrás de la menor recaudación de la Xunta puede estar la crisis y el hecho de que el valor de los inmuebles ha caído y, por lo tanto, también se pagan menos impuestos si se heredan.
En el conjunto de tributos recaudados por la Xunta, el de sucesiones ha sido el que ha sufrido una mayor reducción, pero también se ha ingresado menos por el IVA (se redujo un 3,4 por ciento). Por el contrario, el mayor incremento corresponde a los tributos vinculados a la compraventa de vivienda, el de transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados, que crece un 20,9 por ciento, el doble que en 2014 y la mayor subida desde el inicio de la crisis.
Las inversiones crecen por primera vez desde la crisis
- En 2015 además de atisbarse la salida de la crisis fue un año con elecciones municipales y generales y además se encaraba ya el final de la legislatura en Galicia. La Xunta, tras años de recortes y austeridad, empezó a abrir el grifo del dinero aumentando un 42,8 por ciento las inversiones reales y un 20,2 por ciento las subvenciones.Según los datos de ejecución presupuestaria cerrados a final de año, la Xunta comprometió 748,2 millones de euros en inversiones, aunque a finales de 2015 solo había pagado 646,5 millones de euros. Esta cantidad es, en todo caso, superior al esfuerzo inversor de 523,7 millones de euros comprometidos en 2014.Y es además la primera vez en seis años que vuelven a crecer las inversiones de la Xunta. Desde 2010 se priorizó el mantenimiento de los servicios públicos y el esfuerzo inversor se redujo casi un 40 por ciento entre 2010 y 2014. El pasado año se da un nuevo impulso con una aportación económica que además es la más alta desde 2011.Las transferencias de capital, que son las subvenciones de carácter productivo, también aumentaron pasando de 436,2 millones en 2014 a 524,5 el pasado año. Sería también la primera vez que aumentan durante la crisis, a excepción del año 2012 donde hubo un aumento del 4,3 por ciento. Ahora esta subida es del 20,2 por ciento.La Administración autonómica elevó además sus gastos corrientes en bienes y servicios en casi 80 millones de euros (un cinco por ciento más que en 2014).
