El socialista Xaime Barreiro, quien formó parte de la dirección del PSdeG con José Ramón Gómez Besteiro, ha sostenido que la jueza Pilar de Lara "armó la inculpación" del que fuera su jefe de filas con "acusaciones" que son mentira y siendo "consciente" de ello". Por tanto, a su juicio, la magistrada que investiga al lucense por una decena de delitos en dos casos diferentes actúa con "mala fe".

En declaraciones a los medios antes de la entrega de premios de la Fundación Luís Tilve, este miembro de la gestora del PSOE compostelano ha incidido en el "daño extraordinario" que la jueza ha provocado a los socialistas gallegos para recalcar que está "de acuerdo" con la querella presentada por Besteiro contra ella por prevaricación.

Así, sin dejar de insistir en la "mala fe" que aprecia en la actuación de Pilar de Lara, ha señalado que "la consecuencia política" de sus actos "deja al PSOE en una situación de precariedad absoluta". Tanto es así, ha proseguido, que su partido está actualmente "buscando alguien que se atreva a dar un paso adelante en una situación tan difícil como ésta".

"Es fácil tener ganas, pero otra cosa es tener coraje", ha abundado el profesor universitario, para quien se está pidiendo "demasiado" al PSOE en este contexto. Precisamente por ello, al ser preguntado sobre quiénes, desde su punto de vista, podrían dar ese paso, ha bromeado: "Unos cuantos, pero tengo la convicción de que me partirían la cara si hiciera algún comentario".

Tras enmarcar este comentario en que los aludidos podrían ver afectada "su seguridad personal e intelectual" en caso de salir a la palestra, Xaime Barreiro ha respondido --ante la insistencia de los periodistas-- que el expresidente de la Xunta Fernando González Laxe, presente en el mismo acto, podría ser una opción "excelente".

"Nuevas elecciones"

Adicionalmente, acerca de la situación política que se vive a nivel estatal, ha admitido que "no" cree que sea posible sellar un acuerdo. "Deberíamos enfrentar ya la necesidad de celebrar unas nuevas elecciones, con lo que esto representa de frustración", ha reflexionado el exsenador socialista.

Y es que, a su entender, no hay "una voluntad política seria, creíble" de acuerdo "en las fuerzas que están convocadas a negociar". "Todos los días alguna de ellas se dedica a resaltar las fisuras o las debilidades que tiene la otra", ha observado, antes de sentenciar: "Eso no es manera de hacer política y menos aún de alimentar esperanzas".