El pasado año, de las 1.482 obras que adjudicaron las distintas administraciones en Galicia, el 58% (855) fueron a través de contratas directas o por procedimiento negociado, es decir, sin que hubiese un concurso por medio. Es una cifra que se mantiene casi invariable los últimos años. El 27% (401) correspondió a concursos públicos y un 15% (226 proyectos), a subastas.

Pero no solo seis de cada diez obras públicas se adjudican sin concurso, la mitad del importe que concedió el año pasado la Xunta fue a parar a siete empresas. En concreto a la ourensana Copasa; la unión temporal de Covsa, Tabyramo y Civisglo (que se encargará de la urbanización de la plataforma logística de Salvaterra-As Neves); Acciona; Dragados y Taboada y Ramos.

Estas siete firmas se adjudicaron 15 obras por un coste de 43,6 millones. El importe total que el Ejecutivo gallego concedió el año pasado fue de 108 millones para 174 proyectos.

En el caso de la Administración del Estado, cuatro empresas (Siemens, Altstom, San José y Arias) coparon la mitad de los 289 millones que adjudicó. En cuanto a las administraciones locales, el reparto, debido a que la mayor parte de las inversiones no superan los tres millones de euros, es mayor, ya que hasta 40 empresas consiguieron la mitad de los 152 millones invertidos.