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Estadísticas de conciliación

El hombre se pone más el mandil pero la mujer no se lo quita

En 8 años el porcentaje de varones que realiza tareas domésticas creció un 28%

Barrer, pasar la aspiradora, poner la lavadora, ordenar, servir la mesa, fregar los platos, limpiar el polvo o los cristales, sacar la basura, hacer la cama, cocinar, ir a la compra... La lista de tareas asociadas a la gestión de un hogar es numerosa y los datos apuntan que pese a la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, son labores que pesan sobre todo sobre el sexo femenino. Ni siquiera un marido alivia la situación, como muestra una reciente encuesta de la Universidad de Michigan que constata que el tener un compañero implica una carga de siete horas más de labores doméstica a la semana para las mujeres. Por el contrario, ellos saldrían beneficiados: una esposa les quitaría 60 minutos de tareas en el hogar cada siete días.

Pero no hace falta irse al otro lado del Atlántico para que queden en evidencia las diferencias del trabajo puertas adentro del hogar. Un estudio del Sergas con datos de 2015 señala que mientras el 94,3% de las mujeres realizó actividades domésticas durante la última semana, en el caso de los hombres el porcentaje cae al 64,3 por ciento.

Aun así, las buenas noticias en pro del avance en la igualdad de géneros llegan si se comparan esas estadísticas con otras equivalentes, pero fechadas en 2007. Entonces afirmaba dedicar tiempo al cuidado del hogar el 91,3 por ciento de las mujeres mientras en el sexo contrario solo podía presumir de ello el 50%. Eso significa que en ocho años se incrementó en un 28 por ciento la cifra de varones que se deciden a ponerse el delantal, aunque en las mujeres parece casi un uniforme obligatorio para la mayoría.

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Con todo, para obtener un panorama más preciso del grado de implicación en los quehaceres domésticos hay que analizar las horas que acaparan y restan de otros cometidos. Y de nuevo en ese aspecto, de forma similar a como ocurría en el estudio de la Universidad de Michigan, las campeonas del hogar son ellas: hasta 14,11 horas por semana, el doble que ellos, que mencionan 6,76. En todo caso, otra vez vuelve a notarse cierto progreso del sector masculino con respecto a las cifras registradas en 2007. Entonces las mujeres dedicaban 14,6 horas mientras ellos invertían una hora menos.

Entre los grupos más jóvenes, tal vez influidos por la necesidad (por ejemplo cuando salen de la casa familiar a la universidad) o quizás por una mayor concienciación, las discrepancias existen, pero se suavizan un poco. Así, el 75% de chicos (el 58% en 2007) afirma realizar tareas domésticas frente al 88% de chicas (87,5% ocho años atrás).

Donde se advierte un mayor desequilibrio, medido en puntos porcentuales, es en el siguiente tramo de edad, el que va de los 25 a los 44 años, donde se opone el 96,3% de las mujeres que se ocupa de la casa frente a un 18% de sus homólogos varones. No obstante, el listón más alto lo marca el colectivo femenino de entre 45 y 64 años, donde la asunción de estas labores en el sexo femenino es casi universal.

Todos estos datos salen de un estudio del Sergas que analiza conductas de riesgo, en el capítulo dedicado a examinar la actividad física de los gallegos en una muestra de población en la que trabaja el 39% de las mujeres frente al 47,7% de los hombres. De los gallegos que se hallan en otra situación, un 15% de ellas dice dedicarse a las labores del hogar, el 0,06% entre los varones.

Además de las tareas domésticas se incluyen en el estudio, entre otros, los trabajos de huerta o jardín. Salir de casa varía los resultados. Cuidar de las hortalizas se revela una tarea más masculina que femenina (un 24,6% frente a un 16%). Lo mismo ocurre con el mantenimiento del jardín: un 17% de los varones dice ocuparse, cinco puntos más que el colectivo femenino.

Esté o no vinculado al desigual reparto de tareas o a que la mujer tenga que desdoblarse aún en mayor medida que sus compañeros varones entre el ámbito laboral y el doméstico, otro dato que refleja el Sergas es que ellas duermen menos que ellos: 7,24 horas de lunes a viernes de media frente a 7,36, y 7,59 los fines de semana frente a 7,74. Solo un 13,3% del colectivo femenino supera las ocho horas de sueño, porcentaje que se eleva al 14,6% en el sector masculino.

Aunque pasen menos horas tumbadas en la cama, al analizar el sedentarismo de la población, solo una de cada cuatro realiza algún tipo de ejercicio físico o deporte, mientras en los varones es de uno de cada tres. Con todo, la evolución de la estadística apunta a que las mujeres se preocupan ahora más por estar en forma: en 2007 no llegaba al 18 por ciento las que practicaban deporte.

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