Las dos principales organizaciones nacionalistas mantuvieron ayer una reunión de perfil bajo de cara a la galería y sin más conclusiones que transmitir la "cordialidad" que habitualmente ofrecen en su acción parlamentaria. A las puertas de las elecciones autonómicas, el BNG, que convocó el encuentro, y Anova mantienen estrategias antagónicas que impiden un acuerdo, si bien ofrecieron versiones contradictorias acerca del contenido de la conversación respecto a la cita con las urnas.

El Bloque emitió un comunicado asegurando que había sondeado a Anova para tratar de conformar una candidatura gallega de unidad nacionalista para los comicios previstos tras el verano, reiterando su veto a aliarse con fuerzas "no gallegas", en alusión a Podemos. Esgrimen los frentistas que estas tienen su centro de decisión y prioridades fuera de Galicia, por lo que la situarán en segundo plano en caso de que sus intereses colisionen con otros territorios que les interesen más electoralmente.

Para el Bloque, esa unidad "nacionalista de izquierdas", que incorpore "colectivos y personas que se sientan nacionalistas, soberanistas o galleguistas" más allá de no estar afiliados a algunas siglas, resultará "clave" en la "derrota" del PP en las próximas elecciones. Esa es su "prioridad absoluta", pues solo así se podrá poner fin a la "toxicidad de las políticas de Feijóo", que todavía no ha desvelado si optará por tercera vez a la Xunta tras lograr mayorías absolutas en 2009 y 2012.

Sin embargo, fuentes de la organización dirigida por Xosé Manuel Beiras matizaron que no se llegó a abordar esa propuesta electoral, sino que la conversación giró en torno a la colaboración entre ambas partes y al mantenimiento de un canal de diálogo.

Anova, nutrida de los escindidos del Bloque tras la asamblea de Amio, y BNG comparten gran parte de sus postulados, pero divergen en sus estrategias. Los primeros apuestan por incidir en la fórmula de En Marea, aliándose con Podemos y EU, y aspirando a sumar más organizaciones y plataformas, como hicieron en las municipales de mayo o en las generales. Defienden la suma de fuerzas en la izquierda incidiendo en los puntos en común de todas las organizaciones, y aparcando algunas diferencias.

El Bloque, por su parte, descartó esa vía en su última asamblea nacional en la que sus bases dejaron claro su deseo de pactar solo con partidos nacionalistas. De hecho, la organización que ahora capitanea la diputada Ana Pontón anunció que "seguirá con la rueda de contactos con fuerzas políticas gallegas dando cumplimiento al mandato de la militancia".

De hecho, así lo plasmó en el comunicado sobre la cita, a la que acudieron, al menos, Rubén Cela, miembro de la ejecutiva del BNG encargado de Comunicación, y Rafael Do Pico y Raúl Asegurado, miembros de las áreas de Organización y Relacións Sociopolíticas, respectivamente, de Anova. "El BNG respeta, pero no comparte estrategias de concurrencia a las elecciones con fuerzas políticas de ámbito no gallego", reiteraron los frentistas.

Sin los líderes

La falta de calado político de la cita quedó ilustrada por las ausencias, pues ninguno de los dos primeros espadas de cada organización acudió al encuentro, celebrado en Santiago. Por parte del Bloque, estos puestos los ocupan Ana Pontón y Goretti Sanmartín, mientras que en Anova son responsabilidad de Xosé Manuel Beiras y Martiño Noriega.