Un total de 162 centros educativos en Galicia estrenarán este curso director, y casi la mitad podrían ser elegidos a dedo por la Consellería de Educación, como en otros años, por la falta de candidatos. El plus salarial de este puesto de responsabilidad, un máximo de 641 euros mensuales en el caso de los colegios más grandes, no es suficiente para animar a los docentes de colegios e institutos a optar a este cargo. ¿Por qué? Alegan exceso de carga burocrática, disponibilidad horaria, tareas como llamar al carpintero para arreglar una cerradura que nada tienen que ver con la labor docente, y "marrones" como fijar horarios o repartir tareas entre profesores que al cabo de unos años volverán a ser tus compañeros y con los que has de trabajar codo a codo.
El plus salarial, que en el caso más reducido es de 254 euros al mes, no compensa el esfuerzo que supone ser director de un centro y así Educación desde hace años se ve obligada a designar a dedo directores, y a los profesores señalados a aceptar el encargo, por muchos que les pese. Eso sí, un docente que accede al puesto por voluntad propia estará cuatro años al frente del centro, y los que actúan por imposición, solo dos años.
Este año, renuenva director 66 centros educativos de Pontevedra, 75 de A Coruña, 14 de Lugo y 12 de Ourense. En el curso 2015-16, fueron seleccionados directores en 243 centros.
La Mesa de Educación, donde la Consellería se reúne con los sindicatos abordará hoy la orden queregulará el concurso de méritos para seleccionar directores. una orden que el sindicato STEG vuelve a cuestionar pues en la comisión que se encarga de seleccionar a los directores la mayoría de los miembros son puestos por la Administración. Nombra al presidente, que ha de ser un inspector, y a otros tres miembros entre directores de otros centros públicos o inspectores. El claustro elige a dos profesores y completa la comisión un miembro del consello escolar.
Antes, la mayoría de los integrantes de la comisión eran elegidos por el propio centro educativo. Para el sindicato STEG, el cambio fruto de la Lomce resta autonomía a los centros, pues "la opinión del claustro docente no resulta vinculante". "La última palabra la tiene ahora la Consellería y eso merma la democracia en los centros educativos", defienden desde el sindicato.
Para ser director de un centro público hay que tener al menos cinco años de antigüedad como funcionario y haber impartido docencia en alguna de las enseñanzas que se imparten en el colegio o instituto durante un período similar. Estos requisitos no se exigen cuando se trata de centros pequeños, como institutos de secundaria con menos de ocho aulas, centros de infantil o de primaria incompletos.
