Con las negociaciones con Podemos para formar gobierno en vía muerta, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha decidido saltarse a Pablo Iglesias y tantear directamente a En Marea, cuyos seis diputados están integrados en el grupo confederal que aglutina la formación morada en el Congreso. Aprovechando una visita a A Coruña, el líder socialista mantuvo un encuentro informal con el regidor herculino Xulio Ferreiro, uno de los referentes de las mareas en Galicia, para intentar buscar su apoyo.

De la conversación, de unos cuarenta minutos en un hotel de la ciudad, no salió ningún acuerdo porque el alcalde de A Coruña le dejó claro a Sánchez que no le corresponde a él negociar en nombre de En Marea y que respalda la postura de Podemos de que un pacto de gobierno debe hacerse por la izquierda.

A pesar de ello, Sánchez intentó inclinar la balanza a su favor. Después de que la alcaldesa de Madrid, Manuel Carmena, se desmarcara de Pablo Iglesias y apostara por un gobierno de cambio, Pedro Sánchez busca otras brechas en Podemos y por eso acudió a sus socios gallegos, en un gesto que además debilita la posición negociadora de Pablo Iglesias, con quien ni se ha sentado a negociar desde que fracasara su primer intento de investidura.

Aunque en los concellos donde gobiernan las Mareas las relaciones con los socialistas son bastante tensas -en A Coruña y Santiago ni siquiera hay acuerdo para sacar adelante los presupuestos municipales-, Sánchez acudió ayer en tono conciliador a hablar con Ferreiro y evidenció que su desencuentro con Podemos nada tiene que ver con sus aliados gallegos. De hecho, garantizó que los socialistas mantendrán su apoyo a los alcaldes de las Mareas para que sigan gobernando en Santiago, A Coruña y Ferrol.

"Los alcaldes que representan a En Marea pueden estar tranquilos, seguros de que el PSOE no va a frenar el cambio porque el señor Iglesias a mí me haya votado en contra", defendió.

Preguntado por la falta de acuerdo entre Marea y PSOE a la hora de aprobar los presupuestos municipales de A Coruña, Sánchez de mostró "convencido" de que ambas partes acabarán llegando a un acuerdo y de que las diferencias "se podrán resolver". "El PSOE está con los intereses generales de la ciudad. Insisto, nosotros propiciamos el cambio y siempre vamos a apostar por ello", arguyó.

A pesar de su intento de acercamiento a las Mareas, su visita estuvo acompañada por duras críticas tanto por parte del regidor de Santiago, Martiño Noriega, que lo acusa de aliarse con "una fuerza más reaccionaria que el PP" y de la diputada y coordinadora de EU, Yolanda Díaz, que le recriminó que "no conozca la realidad de Galicia".

Los parlamentarios de En Marea habían rechazado la oferta del PSOE con sus propuestas para Galicia por ser "poco concretas".

Pedro Sánchez, sin embargo, defiende que impulsará "una agenda gallega" si fructifican sus negociaciones para formar gobierno y se convierte en presidente. "Haré todo lo posible para que Galicia tenga todo lo que se merece", aseguró.

En su recorrido por A Coruña, el secretario general de los socialistas garantizó que Galicia estará en su agenda de presidente y citó la revisión de la prórroga de Ence y la apuesta por el sector lácteo y por el pesquero".

"Va a ser un presidente del Gobierno más gallego de lo que nunca fue Mariano Rajoy", corroboró Besteiro.

"Éste puede ser el año del cambio en la Moncloa y también en la Xunta", recalcó Sánchez en una visita en la que estuvo acompañado por el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro. Preguntado sobre si la situación de los socialistas gallegos y de su líder, José Ramón Gómez Besteiro, imputado por presuntas irregularidades urbanísticas en su etapa de concejal en Lugo, es la más adecuada para liderar el cambio en Galicia, Sánchez respondió con un escueto "sí". En todo caso, Besteiro no ha aclarado aún si se presentará a las primarias para ser candidato a la Xunta.