Uno de cada cinco euros que financia el sistema de atención a la dependencia en España procede de la aportación de los usuarios. Si ese es el diagnóstico general del dictamen del Observatorio de la Dependencia, en Galicia los datos no sufren grandes variaciones: los bolsillos de los beneficiarios costean en la comunidad el 17,9 por ciento del coste global "estimado" según la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. En todo caso, no es de las comunidades donde los usuarios sufragan un mayor porcentaje del gasto, un ranking que lideraría Madrid. Lo que sí enfatiza el documento es que "no es viable" un incremento de las aportaciones de los usuarios, que estarían, en el país, "al límite" .
El informe expone que los servicios y prestaciones de los dependientes atendidos en la comunidad supusieron un coste global "estimado" de 349,5 millones de euros y explican que, aparte de los 62,5 millones del copago de los usuarios, la mayor parte del desembolso en 2015 correspondió a las arcas autonómicas (213,8 millones), complementado por los 73,2 que habría aportado el Ejecutivo central.
Sin embargo, esas cantidades no solo benefician, en la práctica, a los usuarios que necesitan un cuidador para apañárselas en su vida diaria o que hacen uso de una residencia, sino que, en cierta medida, y al menos una parte, tendrán también una repercusión en el empleo y un "retorno" en las cuentas de las Administraciones.
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Según los autores del informe, la dependencia sería "uno de los sectores de actividad económica y de generación de empleo potencialmente más interesante de los existentes en todo el sector servicios". Estiman que a 31 de diciembre de 2015 había más de 182.000 empleos directos (solo relacionados con cuidados) asociados a la ley de la dependencia en España y que además han ido en aumento "incluso en los momentos de recorte". A Galicia le corresponderían 11.454, casi 600 más que los que el dictamen estimaba para el año anterior. De hecho, Galicia destaca entre las autonomías al ser la generación de empleos ("directos, estables y no deslocalizables") por millón de euros de gasto público (40) la tercera más alta de España tras Castilla y León (50) y Extremadura (41,7).
Pero los beneficios no se acaban ahí. Los directores estiman un "retorno económico" a las arcas públicas en "cotizaciones, IRPF, IVA, impuesto de sociedades, etc..." que ascendería, en el caso de Galicia, a 88,9 millones de euros. Esa cantidad equivaldría casi a una tercera parte (el 31%) de los 287 millones que gastan las Administraciones central y autonómica en atender a los dependientes en la comunidad. El informe atribuye la generación de empleos y el retorno, entre otros factores, al "impulso" de la atención vinculada y a basar la atención en los servicios. Galicia es líder entre las comunidades en relación al equilibrio entre servicios y prestaciones económicas.
Con todo, el peso recae sobre todo en la Xunta, que aporta el 61,2% de la financiación, en la media con las otras autonomías, un aspecto que critica el Observatorio, para el que "el reparto de la carga debería ser similar" entre el Ejecutivo central y los autonómicos. Además, el informe cifra el quebranto para las arcas autonómicas en dependencia por la supresión del nivel acordado y el recorte del nivel mínimo en 107 millones de euros entre 2012 y 2015, aunque incide que "al mismo tiempo se produjo una rebaja de la cuantía de las prestaciones económicas que perciben las personas con cuidados familiares del 15%". Esto "habría supuesto una reducción del gasto de la comunidad de 23 millones", lo que arrojaría un "impacto negativo" de 84,4 millones.
Donde no destaca Galicia es en el gasto público promedio por dependiente atendido, que ascendería, según el informe, a 6.345 euros, 611 por debajo de la media del Estado. Además, supone casi cien euros menos con respecto al ejercicio anterior. Tampoco sale demasiado bien parada la comunidad si se analiza el gasto público anual promedio por habitante: 91,42 euros frente a los 113,15 de España. No obstante, la cifra es ligeramente superior a los 88,71 euros apuntado un año atrás.
