Los buenos datos sobre el comportamiento del sector servicios y la producción industrial pronosticaban una buena recta final de año para la economía de Galicia. Y así fue. El crecimiento entre octubre y diciembre alcanzó el 0,8%, el avance más sólido desde 2007 y, además, al mismo ritmo que el Estado. Algo inédito tras la salida de la doble recesión. Pero hasta ahí las similitudes entre lo ocurrido aquí y en el resto del país. El diferencial negativo del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad respecto al nacional no solo se mantiene, sino que sube ligeramente,una décima, en el conjunto del ejercicio. En el caso de Galicia, el incremento en 2015 se sitúa en el 2,1%, un tercio por debajo del incremento total en España, del 3,2%.

El PIB autonómico acabó el pasado año cerca de los 56.000 millones de euros. La principal clave de su ascenso viene de la demanda interna. El desembolso de los hogares y las entidades sin ánimo de lucro sumó 35.850 millones de euros, según el balance publicado ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE), lo que supone un alza trimestral del 0,6% y del 2,3% en el ejercicio. Hay que tener en cuenta que el consumo privado en la región registró números rojos desde 2009 a 2013 -un descenso acumulado del 11%- y que el cambio de tendencia en 2014 fue muy tibio, con una subida de únicamente el 0,5%. La inversión de las administraciones se desinfló después de las elecciones municipales de mayo, sin que la cita de las generales en diciembre sirviera de aliciente al menos en el caso de Galicia para mantener la velocidad de gasto de los primeros meses, y finiquitó el año con una mejora del 1,9%.

Con la inversión de las empresas sucedió lo mismo que con la demanda de las familias, aunque en proporciones todavía más aplastantes. De 2008 a 2013, la llamada formación bruta de capital se desplomó en Galicia un 64%. En 2007 la compañías destinaron más de 18.350 millones de euros a mejorar y ampliar su capacidad de producción. Durante el periodo de recesión, el volumen llego a moverse alrededor de 8.800 millones. En 2014 llegó el primer repunte, un 0,5%. Y el pasado 2015 el avance se consolidó, un 5,8%, según el IGE.

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En ambos parámetros, fundamentales para la evolución del PIB -los expertos ligan el crecimiento económico a la fortaleza de la demanda interna y consideran que solo si la inversión empresarial sigue al alza habrá recuperación definitiva-, el final de 2015 deja entrever algunas señales de estancamiento. Incluso de desaceleración. El incremento del consumo privado en el último trimestre fue idéntico al de los meses de verano y al registrado entre abril y junio. También en el cómputo interanual. Es decir, en relación a 2014, cuando el gasto de las familias seguía en mínimos. ¿Y en la inversión de las empresas? ¿Qué está pasando? Mientras en los dos primeros trimestre del ejercicio el aumento fue del 1,7% y el 1,6%, respectivamente, en el periodo estival la subida se atenuó al 1,2% y al 0,8% entre octubre y diciembre. En el análisis entre años, el recorte es de un punto en los meses finales de 2015. Algo que encaja con el hecho de que la cifra de negocio de la industria se quedase plana -un 0,1% más que el año anterior- y que Galicia es la segunda comunidad con mayor caída -6,5%- en encargos en el sector. Las empresas retienen su inversión a la espera de más pedidos.

Desde el punto de vista de la oferta, la industria manufacturera lidera el crecimiento de 2015. El alza fue del 4,6%. La de todo el sector industrial se quedó en el 2,1%. Le sigue la construcción. El primer año que aporta resultados positivos desde el estallido de la burbuja inmobilaria. La actividad del ladrillo medró un 3,7%, según el IGE, pero todavía está muy lejos de los 6.500 millones de euros de valor añadido con el que contribuía a la economía regional en la etapa de bonanza. En estos momentos ronda la mitad. Entre el sector servicios los mejores comportamientos son las actividades profesionales (5,5%) y el comercio, el transporte y la hostelería (3,5%), frente al negocio financiero y las aseguradoras, que se dejaron un 1,1%.

La Consellería de Facenda se queda con los grandes números en su valoración del PIB de 2015, "el mejor comportamiento desde 2007 y una décima por encima de la previsión de la Xunta". Después de que en 2014 la economía no llegase a ninguno de los vaticinios oficiales -un 0,4%, el crecimientos más bajo del Estado-, el departamento que dirige Valeriano Martínez optó el año pasado por no tocar el 2% con el que se confeccionaron los presupuestos ni en la revisión de verano ni en la de otoño.

Galicia, según Facenda, "está teniendo un crecimiento sostenido, mejorando su evolución del PIB trimestre a trimestre y cada vez a mayor ritmo". La "notable mejora" en el consumo se debe, según la consellería, a "la reactivación económica" y "la creación de empleo", y destaca por eso el aumento un 1,9% del número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. Un total de 986.073, de los que 821.095 eran asalariados. "La Xunta considera que el Plan Estratéxico de Galicia 2015-2020 contribuirá a consolidar esta tendencia de crecimiento sostenido -añade-, con el objetivo de crecer de manera continuada alrededor del 2,5% cada ejercicio hasta el año 2020".