PP, PSdeG y BNG se unieron ayer para atacar a los seis diputados de En Marea por su sumisión a los dictados de Podemos, con el que comparten grupo "plurinacional" en el Congreso, y por la ausencia de reclamaciones gallegas en la oferta de pacto del partido de Pablo Iglesias al PSOE para constituir un gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez.
El documento, de 97 páginas, no contiene ni una sola vez la palabra Galicia ni las reclamaciones que los diputados de En Marea presentaron el sábado como requisitos para apoyar a los socialistas, como la anulación de la prórroga de Ence en la ría de Pontevedra o medidas de apoyo al sector lácteo. Sí aparecen en la propuesta alusiones al referéndum en Cataluña y a la protección de las diputaciones provinciales vascas de la supresión de estos organismos.
La diputada de AGE Eva Solla defendió ayer que las propuestas de En Marea podrían añadirse como un anexo a la oferta presentada por Podemos, si bien esta aparece firmada también por la coalición gallega y En Comú Podem, la confluencia catalana. Lo mismo aseguraron los diputados de la alianza el sábado, situando en cinco puntos sus reclamaciones, como un nuevo contrato lácteo, la renegociación de las cuotas pesqueras o el blindaje del carácter plurinacional de Galicia.
Sus compañeros en el Parlamento gallego, sin embargo, aprovecharon para censurar su postura. "La impresión que tenemos hasta ahora es que los diputados gallegos [de En Marea] están absolutamente entregados a la dirección estatal [de Podemos] y no pintan nada", espetó el portavoz parlamentario de los socialistas José Luis Méndez Romeu, quien no especificó si los diputados de su partido electos por Galicia defenderán la anulación de la decisión sobre Ence.
Las críticas más claras procedieron de quien pudo ser socio de Anova en las generales. El portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, proclamó incluso que "el grupo En Marea no existe, a diferencia de lo que hicieron los diputados de Compromís en un ejercicio de coherencia", en alusión a los cuatro parlamentarios que se marcharon al grupo mixto para pelear judicialmente por tener voz propia. Sus compañeros gallegos incumplieron su promesa de dar esa batalla. "La consecuencia es que están negociando directamente [con el PSOE], y mientras que Compromís está haciendo esto, hay diputados gallegos que se subsumen al criterio de una fuerza política estatal y criterios estatalistas", añadió antes de recordar la disolución de la cúpula gallega por orden de Madrid.
Igual postura ofreció su homólogo en el PP, Pedro Puy, que acentuó el "funcionamiento enormemente centralizado" de Podemos ironizando con una expresión acuñada por Baltar sobre la disidencia interna. "Cuando participan, pasan la rebarbadora ourensana, pero con destreza madrileña sorprendente", dijo.
