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Entrevista al expresidente del Gobierno

José Luis Rodríguez Zapatero: "No hay condiciones mejores que las de Pedro Sánchez para llegar a un acuerdo de Gobierno"

"Es una circunstancia objetivamente difícil y hablar es interferir"- "Hay que respetar a todos los partidos con representación"

El expresidente del Gobierno. // Adrián Irago

Si a José Luis Rodríguez Zapatero le queda mal sabor de boca por la recta final de su paso por Moncloa, en plena tormenta económica y empapado de críticas a su gestión, lo guarda con celo. "Este país me ha tratado muy bien", asegura en la primera entrevista que el expresidente del Gobierno español concede a un periódico desde el 20-D. Zapatero dice que su tiempo "ya pasó" y por eso huye del protagonismo público en un momento en el que la política española se enfrenta a una fragmentación sin precedentes. Él, que también "sudó la camiseta" para buscar mayorías en sus dos legislaturas. Hace seis años justos que Zapatero acudió por última vez a Vigo para apoyar el intento fallido de Touriño para revalidar en la Xunta. Ahora viene, lo hizo el miércoles, a hablar de pluralismo, el principal cambio de los muchos que se acumulan y sobre los que pide reflexión para "ver cómo cristalizan".

-Es decir, que no da por hecho que esto haya venido para quedarse. ¿Le interpreto bien?

-No hago un juicio, ni negativo, ni positivo. Lo que quiero decir es que no sabemos el resultado. Cuáles serán las grandes corrientes de fondo desde el punto de vista ideológico, cultural, que se van a definir.

-¿Pero no existe ya una nueva política en el país?

-La política es política desde Grecia, la Revolución Francesa, la consolidación de la democracia. Igual que en la arquitectura, cambian los estilos, pero los fundamentos para que un edificio se sostenga son los mismos.

-¿Solo es un nuevo estilo, pues?

-La diferencia más importante en la historia de la organización de las sociedades y, por tanto, en la política, es la comunicación. Hay una política antes y después de la imprenta, la radio, la televisión -un hito decisivo- y ahora con internet.

-Hay quien lo llama populismo.

-También se dijo de la televisión. Tiene la gran ventaja de que la información y el acceso al conocimiento es inmenso, pero la desventaja de que las grandes ideas y proyectos necesitan sosiego.

-¿Cómo ve la situación política?

-La tenemos que ver con normalidad. Ha habido unas elecciones y el resultado es un gran pluralismo y un escenario de investidura completamente nuevo. Yo gané dos veces las elecciones. El trámite de consultas, con la personalidad del rey Juan Carlos además -Siempre preguntaba: "¿Cuántos votos traes?"-, pues era casi eso, un trámite. Leo todos los días columnas, opiniones de lo que hay o no que hacer. Estoy del lado de los que dejan hacer. Hablar es interferir. Debemos dejar a los líderes políticos que hagan su tarea. Silencio, se pacta.

-¿Pedro Sánchez puede garantizar su investidura?

-Lo está intentando. Lo que sí sé es que no dependerá solo de él. No creo que haya unas condiciones mejores para nadie para poder llegar a lograrlo.

-Dudo que el PP esté de acuerdo. Es la fuerza más votada.

-Como ya ha quedado claro, esto es una cuestión de acuerdos. Es muy difícil pronunciarse. Cuando has estado ahí, sabes que los que están ahora tienen mucha más información y corres el riesgo de no acertar y desviar el foco.

-Me cuesta pensar que usted esté desinformado de lo que ocurre ahí.

-Desinformado no, pero no tengo la responsabilidad y no me siento concernido. Es fundamental ser respetuoso y que al PSOE le salga lo mejor posible. Es mi deseo para Pedro Sánchez, como no puede ser de otra manera. Defiende una circunstancia objetivamente difícil.

-¿Tiene buena relación con él?

-Sí.

-Se ha hablado mucho de eso, de si es fría. En esas columnas que usted dice que lee.

-Eso tiene un interés relativo. Los liderazgos y el poder se ejercen generacionalmente. Yo representé a una generación, que también era joven. Una política nueva, como decían los titulares. Deseo que las cosas salgan bien, sobre todo al país, porque cuando has sido presidente es lo que más te preocupa y, en cierta medida, pierdes la vertiente más partidista. Tengo una relación razonable. Lo peor que se puede hacer en estos casos es dar consejos.

-¿No se los ha pedido? ¿No le ha llamado?

-No. Hablé con él en campaña. Pero es normal. Con la tarea que tiene, ya tiene bastante. No le voy a aportar nada. Hace bien.

-Pues en su partido han sido abiertamente muy críticos con la posibilidad de un gobierno con Podemos. ¿Comparte las críticas?

-Tenemos que respetar a todas las fuerzas políticas que tuvieron representación parlamentaria. Yo siempre lo fui con el partido de Pablo Iglesas. Lo voy a seguir siendo. Los posibles acuerdos dependerán de los contenidos. Lo que sí es importante es que seamos conscientes de los dos factores que van a ser determinantes en la evolución política, económica y social. Uno es el horizonte de complejidad económica que se nos viene encima.

-¿Una posible nueva recesión?

-Puede ser. Y sabemos por experiencia que puede desencadenarse en una semana y los efectos ser muy duros en una economía global. El segundo factor es todo lo que representa el proyecto de integración europea y la cohesión de nuestro país.

-Sin embargo, el debate territorial es una de las cosas que se aparcaron en las negociaciones. ¿Hay riesgo de que acabe estallando?

-Es un problema de primera magnitud. España no puede adentrarse en una senda de desconfianza por parte de Cataluña, que pudiera ser de otras comunidades después.

-¿No se ha llegado a un punto en el que la única forma de evitar un cierre en falso es permitir las urnas y apelar a que gane el "no"?

-Soy completamente contrario al referéndum. Además de inconstitucional, divide a la población entre sí o no, casi siempre una división maniquea. Son decisiones que suelen estar igualadas y quien pierde siempre quiere la revancha. En Escocia ganó el no y los partidarios del sí ya llevan un tiempo pidiendo. ¿Hasta cuándo? Pronostico que no habrá ningún referéndum más en Escocia; ni en Quebec, porque los dos que ha habido no resolvieron el problema. Las fuerzas políticas catalanas que pusieron la desconexión como objetivo tienen que saber que es imposible política, jurídica y constitucionalmente. Es absurdo e incluso una trampa para la sociedad debatir qué pasaría si fuéramos independientes. No va a suceder. No ha pasado en ningún país democrático. Cuando eso se reconozca y asuma, hay que dialogar para volver a donde nos quedamos, que fue un Estatut ampliamente aprobado por el pueblo de Cataluña y luego corregido en algunas partes por el Tribunal Constitucional. Algo que a mí me quebrantó.

-Con la aritmética, ¿es posible sacar un gobierno sin Ciudadanos?

-Es verdad que las mayorías son las que son. Pero lo importante no es la aritmética en sentido estricto, sino la tarea política para obtener la confianza. Yo tuve 164 y 169 escaños y sudé la camiseta para llegar a mayorías con las leyes orgánicas. La aritmética exige muchas horas.

-Algunos miembros de su partido me cuentan que hay un 35% de posibilidades en este momento de conseguirlo. ¿Lo comparte?

-No me atrevo a hacer un vaticinio.

-De usted se dijo, ya en 2014, que impulsaba la idea de la gran coalición con el PP. Cayo Lara le apunto públicamente.

-¡Se me había olvidado! No estoy en esos territorios para nada.

-¿Y la idea? Sánchez la rechazó.

-Cuando era secretario general me gustaba que los compañeros, y siempre lo hicieron, fueran coherentes con las decisiones del partido y se debatieran. Me remito a la resolución del Comité Federal. Es lo que nos obliga a todos los militantes. Es clara y ahí estoy. Y como siempre pasa en el Partido Socialista, el secretario general tiene un margen amplio de confianza. ¡Solo faltaría!

-A la vista de lo conocido en el Comité Federal, ese margen no parece tan amplio.

-Eso...

-Las filtraciones son elocuentes.

-En las distintas etapas del PSOE, cuando había un silencio estruendoso se decía que el partido funcionaba a mando militar. Siempre que he estado en el Comité Federal ha habido debate, incluso en los momentos en los que gané las elecciones y era presidente del Gobierno. Ya no se acuerda nadie, los debates de 2000 y 2004... Todo lo que hay detrás se borra prácticamente después. Así que completa normalidad.

-Entonces, ¿cómo hay que tomar las críticas de Susana Díaz u otros barones?

-Aunque a mí no me gustó que se filtraran, lo bueno de la filtración es que se vio que era discusión política, sin ataques personales.

-¿Pero no está en discusión el liderazgo de Sánchez?

-No es una cuestión de discusión de liderazgo. El secretario general tiene siempre un gran respaldo. Es verdad que cuando uno afronta la posibilidad de intentar un gobierno después de unas elecciones con 90 escaños, es normal que haya debate. No sería creíble lo contrario. Pasaría con Pedro Sánchez, con Almunia, con Borrell, con Zapatero y con Felipe González.

-¿También con González?

-Los Comités Federales más duros que yo viví en el partido fueron con González de secretario general y Guerra de vicesecretario, ¡eh!

-Los dos han atizado a fondo.

-Es que todo se olvida con una facilidad impresionante. Aquella votación en el año 90 y tantos para elegir portavoz del grupo parlamentario entre Carlos Solchaga, propuesto por González, y Luis Martínez Noval, por Guerra. Todos sabíamos quién apoyaba a cada uno. La recuerdo bien.

-¿Entonces las sonoras intervenciones de González y Guerra estos días son por falta de memoria?

-Ni doy consejos ni valoro. La situación de debate interno, de crítica, con lo que yo he conocido en otros momentos en el partido, no es para nada exagerada.

-¿Influye que Iglesias se pidiera la vicepresidencia? ¿Tiene derecho?

-No debo dar una respuesta a eso. La tengo.

-¿Cuál?

-No. Reitero. Silencio, se rueda.

-Si lo viera bien, si fuera una obviedad, lo defendería como algo normal.

-No, no. No quiero hacer ninguna valoración de contenidos, ni si es mejor un gobierno de coalición. No conozco todos los elementos, sería algo totalmente osado.

-Después del segundo rechazo de Rajoy a intentar gobierno, ¿mantiene lo que dijo tras el primero, que entendía su postura y era una opción, o su opinión se acerca más a las críticas de su partido por "trilero"?

-Respeto. No he hablado con el señor Rajoy, ¿qué le llevo a hacer eso? No lo sé.

-¿No inmolarse?

-Tengo tendencia a la comprensión de todos los actores en este escenario porque es completamente nuevo. También, por supuesto, al jefe del Estado, al Rey, al que le toca una primera investidura muy difícil. Debemos todos ser pacientes y dar apoyo. Tengo respeto a Rajoy.

"Hágase la ley más dura de la UE con las puertas giratorias, pero, ¿se juzga que Salgado o Jimenéz puedan ser válidas?"

  • -Lo de Elena Salgado y Trinidad Jiménez, ¿no son puertas giratorias?-Primero habría que definir qué son puertas giratorias. Conozco a las dos muy bien, son personas valiosas, trabajadoras y tuvieron una actitud impecable de servicio público cuando fueron ministras. Puedo atestiguarlo con miles de situaciones. Hace 4 o 5 años que se fueron, con lo que si pueden cumplir en el ámbito privado una tarea... No estoy en ese debate.-¿Entiende que la sociedad sí lo esté?-Es un debate... ¿Se juzga que puedan ser útiles y válidas? ¿Se juzga que puedan hacerles una oferta de trabajo en una empresa?-Se juzga que los altos cargos acaben en estas empresas siempre y no en una pyme.-Pues los habrá, pero solo salen los nombres de algunos. De mi etapa los hay que volvieron a la universidad, a su despacho, o están en una empresa mayor o menor.-Volver al despacho no es una puerta giratoria.-Hay una cautela lógica en tanto en cuanto tuviste responsabilidades en unas determinadas áreas. Un tiempo de prevención. Se puede discutir el tiempo, por supuesto, para que eso no incida en la gestión del servicio público. Hágase la regulación que se quiera, la más exigente de Europa, la de cualquier país, pero...-Elena Salgado tuteló la reestructuración financiera. Ahora entra de consejera en una empresa controlada por bancos. Llama la atención.-Llamará la atención, por supuesto. Y será un debate difícil, sobre todo en este clima, lo entiendo. Pero, ¿puede sorprender que alguien con experiencia en finanzas y sobre como se deciden las cosas en Europa pueda tener una oferta? Nueva Pescanova ni existía entonces ni nadie sabía qué iba a pasar. Ahora bien, si se quiere reforzar la legislación, pues refuércese. Hace tiempo que mi principio de comportamiento es no juzgar a nadie ni presumir de nada. Lo único que puedo decir es que son personas valiosas.

"El PP no podrá revalidar la mayoría en Galicia con facilidad"

  • El expresidente del Gobierno sostiene que lo que finalmente ocurra en el Gobierno central repercutirá en las próximas elecciones gallegas. "Sin duda alguna", enfatiza. Aunque asegura que no cuenta con los elementos de juicio "suficientes", si cree que el escenario está "muy abierto". "Mi impresión es que el PP no podrá revalidar con facilidad la mayoría que le permita gobernar", apunta. Pese a que el PSOE en Galicia cayó hasta la tercera posición en respaldos en la comunidad el pasado 20 de diciembre, Rodríguez Zapatero apela a la diferencia entre las citas electorales -"Fíjese en el resultado en Vigo en las municipales, espectacular para Abel Caballero, y luego en las generales fue muy distinto", remarca- y en la "reducción de la lealtad" de los electores como uno más de los cambios en el espectro político. ¿Será José Blanco, su eterno escudero, candidato? "Lo veo muy bien en el Parlamento Europeo, contento. Es una respuesta que no me corresponde a mí", zanja.

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