El estallido de la crisis se llevó por delante el halo de romanticismo que rodeaba al emprendimiento. Lo que hasta entonces era una alternativa más, valiente, para conseguir una ocupación, se convirtió casi en el único camino de regreso al mercado laboral y el remedio a la falta de una primera oportunidad entre los jóvenes, el colectivo más castigado por el paro. Ahí está también parte de la explicación del "desarrollo tardío" en España, en comparación con otros países del entorno y EEUU, de los populares viveros de empresas en los que nacen y crecen esas ideas de nuevos negocios gracias al apoyo de las administraciones o el sector privado. En estos momentos existen un total de 578, según un estudio que acaba de publicar la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), y en el que se constata la "proliferación" de las incubadoras empresariales en paralelo al "cambio de actitud" entre los españoles hacia "una búsqueda más activa" del trabajo. En Galicia había en 2008 solo dos viveros. Ahora son 43. La mitad creados entre 2013 y 2015. Y diez de ellos se sitúan entre los mejores de todo el país por su capacidad de divulgación de la cultura emprendedora y la supervivencia de las compañías que vieron la luz en sus instalaciones.
A la cabeza de estas infraestructuras en las que se mezcla el espacio físico con el asesoramiento integral y el acompañamiento de manos de expertos está la Cámara de Comercio de Santiago, con la mejor nota de España en los trabajos iniciales, la llamada preincubación, donde se ponen los mimbres para elaborar un plan de negocio; y en la segunda fase también, la más crítica, en la que la compañía echa a andar y logra sus primeros resultados.
El vivero de empresas de la entidad cameral compostelana, que este año cumple una década, alimenta actualmente 32 proyectos. De los 125 que se alumbraron desde que echó a andar, 89 son casos de éxito. Empresas que siguen vivas.
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La segunda mejor incubadora de Galicia, y cuarta en el conjunto del Estado, es el Parque Tecnolóxico de Galicia-Tecnópole, con 90 empresas asentadas que suman 1.400 trabajadores. Junto a la gestión de la incubadora de 2.200 metros cuadrados que tiene en San Cibrao das Viñas (Ourense), Tecnópole acoge el vivero de empresas de la Cámara de Ourense y convoca cada año con la Universidad de Vigo un concurso de ideas de negocio a las que luego apoya. La entidad -participada en un 45% por la Xunta- se sitúa incluso como segunda incubadora del país en difusión del espíritu emprendedor y está entre las más aventajadas en las fases de desarrollo de las incipientes empresas.
En los puestos 13 y 19 del ranking nacional figuran los centros de iniciativas empresariales de la patronal de Lugo y de la Fundación Paideia, impulsada por la fallecida Rosalía Mera. El listado se completa con el centro de empresas del concello de Lugo (30), el vivero de la Cámara ourensana (34), la incubadora de firmas tecnológicas de la Universidad de A Coruña (40), el centro municipal de empresas del ayuntamiento herculino (50), el vivero de la Cámara de Vigo (51) -el noveno mejor del país en servicios avanzados para empresas maduras- y el de la Cámara de Pontevedra (76).
Jesús Asorey - Pte. Cámara de Comercio de Santiago
"Tenemos que mendigar el apoyo público"
La colaboración de las administraciones en Galicia con el mejor vivero de empresas de España brilla por su ausencia. Solo en "casos concretos" y para conseguir ese respaldo "tenemos que mendigar", reprocha Jesús Asorey, presidente de la Cámara de Comercio de Santiago. Con una tasa de supervivencia de más del 70% de los proyectos mimados en el vivero, "y muchas más empresas asesoradas", las claves del éxito están, asegura, en "ir más allá de ofrecer un espacio físico". "Estamos haciendo un esfuerzo muy importante del personal, que es excelente, para apoyar las iniciativas, incluso después de que se consoliden, a través del vivero virtual", explica Asorey. Antes, durante la fase de desarrollo, el vivero de la Cámara compostelana echa mano de expertos que sirven de "tutores" para los emprendedores y colaboran para buscar soluciones a problemas concretos.
El presidente asegura que llegó a proponer a la Xunta la creación de un cheque para nuevos empresarios solo canjeable por servicios de los diferentes viveros gallegos. En su caso, afirma, el servicio se costea con pérdidas desde que en 2010 la entidad perdiera las polémicas cuotas camerales. "Las ayudas a los viveros deberían cambiar", pide. Funcas lo advierte: la crisis pasa factura a los viveros por falta de financiación.
Ricardo Capilla - Director Gerente de Tecnópole
"Hay que dignificar al empresario"
"Más que los ranking, en los que es bueno estar, me sentiría más orgulloso si tuviéramos mejor salud desde el punto de vista empresarial", confiesa Ricardo Capilla. El director gerente del Parque Tecnolóxico de Galicia-Tecnópole -creado en 1992- subraya la importancia de que en las instalaciones "coexistan" empresas jóvenes con otras ya consolidadas "que funcionan como espejos e incluso como posibles clientes" para las que están naciendo. "Eso, al igual que la preincubadora que tenemos con la Universidad de Vigo y los proyectos de innovación, hacen que circulen las ideas, que la gente se reúna y facilite el emprendimiento y se generen nuevos proyectos o spin-off", narra.
Capilla también insiste en las alabanzas a su equipo y en la importancia de la divulgación, en la que Tecnópole destaca en toda España gracias, entre otras cosas, a las jornadas en las que participan escolares "y que convierten a Ourense en la capital de la divulgación". "Es una semilla -asegura- que en algún momento germinará". Los futuros nuevos empresarios. "Hay que dignificar la palabra", reclama. "Emprender está muy bien, pero el concepto empresario va más allá porque implica un compromiso social de creación de riqueza".
