La XV Asamblea Nacional del BNG debatirá, en su plenario del próximo 28 de febrero, sobre si impulsa la creación de una nueva organización nacionalista, tras 34 años de historia del frente nacionalista fundado en Riazor en 1982, y votará sobre si confluir con el espacio de En Marea para las elecciones autonómicas de este año.

El debate viene propiciado por una enmienda a la totalidad que el grupo afín al exparlamentario Carlos Aymerich ha presentado en varias comarcas y que, según han confirmado a Europa Press fuentes de este grupo, ya ha contado con el apoyo de la comarca de Arzúa-Melide. De esta forma, este texto se suma a los votos particulares completos y parciales presentados en el Consello Nacional (las diputadas Carme Adán y Tereixa Paz, la profesora Alba Nogueira y los textos parciales del portavoz nacional, Xavier Vence) y que ya contaron con el respaldo de, al menos, varias asambleas de la provincia de Ourense.

Concretamente, el texto que firman Aymerich y los suyos propone, como ya había explicitado públicamente el que fue portavoz parlamentario del Bloque con el bipartito y hasta principios de 2012, que la XV Asamblea del BNG no sea ordinaria, sino que tenga carácter extraordinario y no elija una nueva dirección, sino que constituya una gestora.

"Proponemos que esta asamblea nacional se celebre como extraordinaria, de forma que no se escoja portavoz nacional y que, en vez de ejecutiva y de Consello Nacional, se designe una gestora provisional a la que se le enconmiende llevar a la práctica las decisiones que la asamblea adopte en dos planos", señala el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, y que delimita las actuaciones que esta gestora tendría que hacer en el ámbito electoral y orgánico.

Así, en cuanto a las próximas elecciones, apuesta por que esa gestora que pide crear "inicie de inmediato las gestiones conducentes a la confluencia electoral con el espacio de En Marea". Esto es, "la constitución de una candidatura unitaria de izquierdas y nacionalista para las próximas elecciones gallegas".

El documento aprobado en la asamblea de la comarca de A Montaña, defiende, en el ámbito político-estratégico, "dar los primeros pasos para la refundación del nacionalismo de izquierda en Galicia", empezando por "el no reconocimiento de colectivos y partidos en el seno del BNG (recomendando a quien en ellos milite que procedan a disolverlos)".

Propone, en este sentido, "superar la estructura frentista que asume, como natural, la existencia de partidos guía o de vanguardias organizadas". Históricamente, y aunque en militancia no es mayoritaria, la UPG ha sido la fuerza hegemónica en el seno del Bloque, logrando sacar adelante sus postulados por el gran apoyo que ha recibido de los independientes.

"Imprescindible la refundación"

Para los firmantes de esta enmienda, es "imprescindible la refundación" del nacionalismo y, al respecto, advierten de que "no se deben confundir los medios con los fines", es decir, "construir una Galicia soberana, próspera y justa" siguen siendo "los fines en 2016", pero "no siempre se utilizaron las mismas herramientas políticas, conscientes de que las organizaciones son eso: medios".

"Por valiosos que en algún momento fuesen, los modelos organizativos (partidos, frentes, coaliciones) tienen sus propios ciclos vitales", argumenta el documento, que concluye que "los nuevos tiempos reclaman nuevas fórmulas políticas, sin por eso renegar del legado del BNG".

Por ello, Aymerich y su grupo afín ha apostado por que la gestora del BNG (que piden crear) "inicie de inmediato contactos con todas las organizaciones --políticas, sociales, sindicales-- y personas individuales que se reclamen nacionalistas con vistas a construir una nueva organización política unitaria y democrática para el nacionalismo de izquierda".

Candidatura unitaria

Todo ello entronca también con la visión que este grupo defiende para las elecciones autonómicas de este año, que significa el trabajo en los espacios creados por las mareas. Por ello, esta visión apuesta por que la (si triunfase esta tesis) gestora "inicie de inmediato conversaciones con En Marea y los partidos y organizaciones que de ella forman parte con vistas a confluir en una candidatura unitaria en las próximas elecciones gallegas".

Conscientes de que los anteriores intentos nunca llegaron a prosperar, desde las europeas, hasta las municipales y las generales del pasado mes de diciembre --de una forma más intensa--, el documento que defienden Aymerich y sus afines advierten de que, para "evitar que vuelva a fracasar", es necesario "ofrecer y exigir pruebas de buena fe".

"Es necesario, en concreto, abrir una nueva etapa de cooperación entre el BNG y el espacio de las mareas en las instituciones donde uno y otros compartimos representación: en los gobiernos municipales, en los gobiernos provinciales y en el Parlamento gallego", señala, en una alusión a los enfrentamientos en los municipios en los que gobiernan las mareas y el BNG está en la oposición.

"Sólo de este modo, demostrando en la práctica diaria que el trabajo conjunto es posible, se puede construir una confluencia real a través de una candidatura conjunta", sentencia, el documento, a este respecto.

No en vano, entre los argumentos esgrimidos resaltan que ellos mismos han convivido con diferentes proyectos en el seno del BNG, aunque reconozcan que también haya "contradicciones" entre los diferentes proyectos presentes "en el seno" de En Marea, "un proyecto centrado en el país representado por Anova y otro diseñado en clave española".

"*Si fuimos capaces de convivir en el seno del BNG durante 34 años, no seremos capaces de acordar un programa de mínimos para las próximas elecciones gallegas? Si gobernamos con el PSOE tres de las cuatro diputaciones provinciales sin conflictos aparentes, acaso no seremos capaces de compartir el gobierno gallego con fuerzas con las que, a priori, las diferencias son bien menores?", plantea.

Carlos Aymerich

Aymerich, que fue la voz del BNG en la Cámara gallega cuando Anxo Quintana era vicepresidente de la Xunta, fundó el grupo Abrente en el seno del Bloque cuando el colectivo que lideraba, entonces Máis Galiza, se marchó en su gran mayoría para acabar formando Compromiso por Galicia.

El grupo de personas en torno a Aymerich ya había renunciado en la asamblea en la que Xavier Vence se convirtió en portavoz nacional a ocupar puestos en la dirección por las discrepancias con la línea política que se seguía.

El punto de inflexión del BNG fue Amio en 2012 cuando las corrientes más aperturistas de la formación se aliaron en una plataforma con Xosé Manuel Beiras y Carlos Aymerich para tratar de ganarle la asamblea a la UPG.

Sin embargo, la fuerza hegemónica hizo valer sus votos y, tras el resultado asambleario (en que Guillerme Vázquez se convirtió en portavoz nacional y Francisco Jorquera en candidato a la Xunta) se produjeron dos grandes escisiones.

Escisiones

Por un lado, la de los que acabaron en CxG, que era el entorno de personas más próximas a Aymerich, aunque éste último y varios alcaldes --como Manuel Antelo, Sandra González o Félix Juncal-- se quedaron en el Bloque.

Por otro, estaban los 'irmandiños' de Beiras, que acabaron confluyendo con otras organizaciones como la FPG en Anova y, desde entonces, han formado parte de alianzas electorales hasta las plataformas municipales y la candidatura de En Marea.

Paralelamente, el BNG ha ido perdiendo apoyos en las sucesivas contiendas electorales. En 2015 se quedó fuera de municipios como Vigo y Ourense y tampoco logró representación, tras 20 años con presencia, en el Congreso, mientras irrumpió con seis diputados y dos senadores En Marea --en la que además de Anova, están Podemos y Esquerda Unida--.