El Gobierno gallego dio ayer el visto bueno al plan de seguridad vial hasta 2020 con el que aspira a reducir en algo más de la mitad las víctimas mortales por accidentes de tráfico en Galicia respecto al año 2011 y situarlas en el umbral de 71 fallecimientos.

Este plan contará con un presupuesto de 300 millones de euros hasta 2020 y dará continuidad al anterior, finalizado en 2015. Para este año hay previstos 60 millones.

En 2003 murieron en las carreteras gallegas 393 personas por accidentes de tráfico, en 2009 la cifra fue de 186 y el pasado año (2015) finalizó con 91 fallecidos por accidentes de tráfico.

Para rebajar la cifra al entorno de las 71 víctimas en el año 2020, la Xunta prevé optimizar la gestión de la seguridad vial, lograr vías de tránsito más seguras, mejorar la respuesta sanitaria tras los accidentes y crear sendas peatonales.

Habrá medidas especiales para los usuarios más vulnerables, peatones y ciclistas y también para niños, mayores y peregrinos.

Entre otras actuaciones, se mejorará la seguridad en las cunetas, se instalarán barreras de protección para los motoristas y se desarrollarán campañas informativas de educación y sensibilidad sobre seguridad vial entre los peatones para mejorar su visibilidad.