Una de cada cinco viviendas construidas en Galicia está ya desocupada. En tan solo dos años, entre 2011 y 2013, el número de pisos vacíos se ha incrementado en casi 12.000 al pasar de 299.300 a 310.988, la mayor cifra nunca registrada en la comunidad. Y la razón hay que buscarla tanto en la crisis económica, con promociones de viviendas terminadas que no encuentran comprador, como en la demográfica, con una población que desciende año tras año debido -lo que hace caer la demanda-, y con una alta tasa de fallecimientos que provoca el abandono de viviendas hasta entonces ocupadas por sus propietarios.
Estas son las razones que argumenta la Xunta en su informe de seguimiento sobre las Directrices de Ordenación del Territorio que se acaba de enviar al Parlamento y en el que se analiza, entre otros aspectos, la proyección poblacional, el desarrollo y la planificación urbanística o la ocupación del suelo, y que le lleva a sacar la conclusión de que el desarrollo inmobiliario en Galicia no se ajusta a las necesidades reales de la población.
"Durante los últimos años la evolución del parque de viviendas no se ajustó a las necesidades derivadas de la previsión de crecimiento poblacional, indicando así la necesidad de dar prioridad a la rehabilitación frente a la construcción de nueva vivienda", se recoge en el documento elaborado por la ahora Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio.
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El incremento del número de segundas viviendas -bien para un uso vacacional o como inversión- fue una tendencia que se manifestó con intensidad durante los años del boom inmobiliario. De hecho, en el censo del año 2011 del Instituto Nacional de Estadística se cifraba en 546.250 el número de viviendas no principales en Galicia, de las cuales 299.300 estaban vacías y el resto, casi 247.000, tenían la consideración de segunda residencia.
Sin embargo, esta dinámica se prolongó en Galicia por lo menos hasta 2013, último año de referencia que ha tomado la Xunta para realizar su estudio. En su informe, el Gobierno gallego recurre al Catastro para actualizar sus datos sobre viviendas, pues los últimos correspondían al censo del INE en 2011. Y en ese periodo de dos años, el número de viviendas vacías se ha incrementado en un 4% hasta llegar casi a las 312.000, que ya representan el 19,4% del total de las edificadas en la comunidad (1,563 millones).
Entre las razones señaladas del incremento del parque de pisos desocupados, por una parte estaría la resaca del boom del ladrillo, "proceso durante el cual se sobredimensionó la construcción por encima de las necesidades de la sociedad", que llevaría a que numerosas viviendas se fueran concluyendo una vez llegada la crisis, pero sin encontrar comprador.
Otro factor lo constituye la crisis demográfica, con una población que desciende cada año por la emigración y la mayor tasa de mortalidad que de natalidad, lo que lleva a la Xunta a insistir en que existe una "desproporción" en el desarrollo inmobiliario. "El número de inmuebles de uso residencial en Galicia está evolucionando en sentido inverso a como lo hace la población. El número inmuebles continúa creciendo a un ritmo del 0,5% mientras estamos sufriendo una involución poblacional del 0,6%", se recoge en el informe de seguimiento de la Directrices de Odernación del Territorio.
La Xunta descarta que la actividad turística, con el consiguiente aumento de la población flotante durante los periodos vacacionales, justifique la evolución del sector inmobiliario. "Este factor sólo explicaría los valores alcanzados en los concellos que presentan una mayor actividad turística", se argumenta. Pero se añade otra causa del aumento de los pisos vacíos: el fallecimiento de sus propietarios. "Un elevado número de defunciones lleva aparejado un incremento del número de viviendas no principales que, al acabar en manos de los herederos, pasan a tener en muchos casos un uso vacacional o simplemente permanecen desocupadas", se relata en el análisis de la Consellería de Medio Ambiente.
Sin entrar en detalles, la Xunta indica que los municipios con más viviendas clasificadas como vacías son las siete ciudades, cabeceras del sistema urbano intermedio como Vilagarcía, Ribeira o Carballo, concellos de la periferia urbana como Arteixo, Ames o Narón, ayuntamientos turísticos como Cedeira, Foz o Carnota, y otros municipios del interior como Castrelo do Val, Porqueira o Melón.
Además de las viviendas desocupadas, el informe de Medio Ambiente cifra en 246.735 el número de pisos considerados como segunda residencia, bien para uso esporádico durante las vacaciones o destinadas al alquiler, tanto ordinario como turístico.
Lo que no ha variado en los últimos años es la ocupación del suelo destinado a construcción. Sigue representando en 5,8% de la superficie total de la comunidad. El motivo es que los concellos, superado el boom inmobiliario, no tenían necesidad de aprobar más reservas de suelo para futuros desarrollos urbanísticos, ya que salvo en casos excepcionales, la oferta es más que suficiente. Hay 21 ayuntamientos con sus planes aprobados ya adaptadas las Directrices de Ordenación del Territorio y otros 170 que los tienen en elaboración.
