La renegociación de préstamos se convirtió en un práctica bastante habitual el pasado año por parte de la Xunta. Aprovechando la bajada de los intereses, junto con Fondo de Facilidad Financiera del Ministerio de Hacienda, la Administración autonómica intentó mejorar las condiciones de algunas de sus pólizas. No obstante, la negativa de las entidades financieras a introducir mejoras, llevó al Gobierno gallego a amortizar por adelantado y, en consecuencia, cancelarlos, cinco préstamos por importe de 165 millones de euros.

Dos de ellos, uno de 30 millones y otros de 40, eran con Caixabank, firmados en 2012 y 2011, respectivamente. El tercero estaba con DEPFA Bank, por 17,1 millones. Otro correspondía a Bankinter, suscrito en 2010, de 18,75 millones de euros, y el último era con el BBVA, del que quedaban 60 millones por amortizar.