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La comunidad estrena un mecanismo de ingresos de las formaciones políticas

La Xunta financia a los partidos del Parlamento con dos millones al año tras vetar las donaciones

El PP negocia con las fuerzas parlamentarias la dotación para gastos ordinarios -Se suma a los 3,3 millones de ayudas electorales - La Xunta compensará así el veto a las donaciones

La sesión plenaria de ayer en el Parlamento autonómico. // Xoán Álvarez

Los partidos con representación en el Parlamento de Galicia estrenarán una inédita vía de financiación pública este año con una partida que oscilará entre los 1,5 y los 2 millones de euros por ejercicio. Estos fondos se distribuirán en función del número de votos y escaños de cada formación y están siendo todavía debatidos entre las formaciones a propuesta del PP. Una vez sellen el acuerdo, la Xunta dotará una partida concreta en sus presupuestos y procederá al pago ya este año.

Este novedoso mecanismo está contemplado en la ley de financiación de partidos de Galicia aprobada el año pasado, emulando el que aplica el Gobierno central, que el año pasado concedió 52,7 millones a las fuerzas con presencia en las Cortes. El Ejecutivo gallego pretende compensar con él el veto a las donaciones superiores a 50.000 euros que incorporó en la citada ley -aunque también lo reguló la administración central- y ofrecer mayor estabilidad financiera a las formaciones.

La Xunta evitó concretar en los presupuestos de 2016 una cifra para este capítulo y optó por esperar a que los partidos de la Cámara consensuasen un montante. Fuentes parlamentarias confirman que esa discusión se encuentra en la fase final con una horquilla de negociación que oscila entre los 1,5 y los 2 millones de euros, datos que suscitan cierto grado de consenso entre PP, PSdeG, AGE y BNG. Los cuatro presentaron ya la semana pasada la documentación necesaria para poder optar a esta nueva línea de ayudas públicas, permitiendo la comprobación de que se encuentran al día en pagos al fisco.

El Ejecutivo también solventa algunos detalles técnicos en lo relativo a AGE. La ley contempla ya que alcancen el Parlamento coaliciones y establece que se dividan los fondos entre sus partidos miembros, pero los letrados de la administración quieren ajustar los últimos detalles técnicos para que eche a andar una fórmula de financiación que solo aplican Cataluña y Euskadi. De hecho, en esta se abona a sus partidos más de cuatro millones por esta vía, cantidad descartada por el Ejecutivo y alejada de los fondos abordados durante las negociaciones, que sí superan los 1,2 millones que reciben patronal y sindicatos por participar en órganos públicos, aunque la cifra total de ayudas ronda los 2. Antes de la crisis ingresaban más del doble.

El debate sobre este asunto fue aparcado en diciembre hasta después de las elecciones generales y se ha retomado estos días, cerca ya de que expire el plazo legal para concretar esta partida y su reparto.

Las formaciones políticas gallegas que alcancen la Cámara contarán a partir de ahora con dos vías de ingresos públicos. Por un lado, esta novedosa inyección para "gastos de funcionamiento". Por otra, las subvenciones electorales, que la reforma legal elevó un 33% respecto a las cifras de los comicios de 2012, cuando, en plena crisis y recortes del gasto público, se aplicó un tijeretazo del 20%. Ahora, la ley, elaborada por el Consello Consultivo y aprobada con los votos del PP y la abstención del PSOE, aplica el IPC a los datos de 2009. Así, cada diputado supondrá para un partido 20.889 euros, 5.350 más que en los últimos comicios, y cada voto, 0,77 euros, 0,19 más. La factura por legislatura sería de 4,6 millones, según los cálculos de la Xunta, un coste 1,3 millones superior al actual.

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