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Reflexiones sobre el futuro de la formación nacionalista

Xosé Ramón Quintana: "El Bloque está moribundo y necesita un milagro para recuperar un mínimo pulso vital"

"Está inmerso en una crisis estructural y no supo interpretar el movimiento de indignación, al que calificó como moda de Madrid"

Xosé Ramón Quintana. // I. Osorio

Xosé Ramón Quintana es autor del libro sobre la historia del Bloque, que fue premio Ramón Piñeiro de Ensayo. Cuatro años después de la asamblea de Amio que marcó la escisión del BNG y tras la debacle electoral del 20-D, reflexiona sobre el futuro de la histórica formación nacionalista gallega, que el día 28 de febrero decidirá hacia dónde quiere dirigirse.

-En 2012 sostenía que la unificación del nacionalismo era un imperativo para la supervivencia del BNG. ¿Qué cree ahora sobre su futuro?

-Desde aquella fecha ha cambiado el escenario con la irrupción de nuevos actores, como las Mareas en el plano municipal y Podemos a nivel estatal. El BNG, inmerso en una crisis estructural, no supo interpretar el movimiento de indignación ante la crisis económica y la corrupción política. Se limitó a descalificar lo nuevo como "moda procedente de Madrid", sin entender que la cuestión social y la regeneración ética habían pasado a un primer plano, y que las formas de participación política convencionales también habían entrado en crisis.

-¿Se unificará el nacionalismo?

-No. Desde la crisis de Amio en 2012, que implicó la marcha de un sector importante de militantes del BNG, el nacionalismo se diversificó organizativa y estratégicamente. El grupo liderado por Beiras (Anova) ensayó una estrategia heterodoxa para subsistir: aliarse con el denostado "españolismo" de IU. Este experimento, que tuvo mucho de improvisación, provocó un claro éxito en las autonómicas de 2012, superando en votos y diputados al BNG. Y aunque dicha improvisación supuso problemas, su imagen apenas se resintió. Aun careciendo de estructura sólida, Anova supo promover las Mareas para las municipales y aliarse con Podemos e IU en las generales, cosechando nuevos éxitos. Mientras, el BNG, sumido en la rutina organizativa y discursiva, fue languideciendo.

-¿Lo considera un proyecto político muerto?

-No sé si muerto, pero sí moribundo. El BNG está inmerso en un bucle del que no puede o no sabe cómo salir. Las reacciones de militantes en las redes sociales oscilan entre el síndrome de "fortaleza sitiada" y el orgullo del solitario corredor de fondo. Pero su situación es agónica: sin apenas recursos y con respiración asistida, necesita un "milagro" para recuperar un mínimo de pulso vital que le permita no ya correr, sino andar.

-¿Cree posible que el BNG desaparezca?

-No va a desaparecer, cuando menos a corto y medio plazo. Pero sí jugará un papel cada vez más residual.

-Celebran una nueva asamblea nacional el 28 de febrero con el objetivo de decidir si sumarse a las Mareas o mantenerse en solitario o bien con una fórmula como NÓS. ¿Qué ruta le parece mejor?

-El BNG sigue sin resolver tres problemas: de liderazgo, de discurso y proyecto, y de organización. Solo que ahora la situación es de extrema gravedad. Resolver todo ello a la vez es imposible. Hay dos sensibilidades contrapuestas. Por una parte, la más pragmática, que aboga por sumarse a las Mareas. Por la otra, capitaneada por los sindicalistas de la UPG y la "vieja guardia". Las dos opciones tienen serias dificultades. La primera, porque integrarse ahora en las Mareas significaría aceptar un papel secundario, dado que tantos votos tienes, tanto vales. La segunda, porque conduciría a la marginalidad.

-Un joven en 1997 parecía hallar en el BNG recepción a sus demandas. Ahora tiene siete escaños en el Parlamento y no tiene presencia en el Congreso.

-Para muchos jóvenes es percibido como ajeno a sus inquietudes y cuyos rituales, discursos y prácticas ven añejos y poco frescos. Para los más contestatarios se considera como un partido más del "sistema". Por otra parte, el BNG ha descuidado desde hace años su penetración en la juventud, con una Galiza Nova esclerotizada y sin atractivo. Algo semejante ha ocurrido con las clases medias urbanas, cuya problemática específica ha sido obviada, haciéndose más hincapié en los "sectores productivos" tradicionales, los cuales, por otra parte, siempre han sido caladeros de votantes de la derecha.

-¿Diagnostica mal el país?

-Los "teóricos" del BNG, si es que hoy puede hablarse de tal cosa, poseen una visión de Galicia más estática que dinámica. Por ejemplo, no han entendido las implicaciones de la aparición de nuevas generaciones ni la importancia de las nuevas clases medias, ni tampoco conceptos como sociedad-red o globalización. Su diagnóstico es más deudor de esquemas ideológicos codificados en los años setenta que de un análisis actualizado de la realidad.

-Pilar García Negro rechazaba estos días el "abrazo del oso" de las Mareas y culpaba a la sociedad por dejarse mandar. Vence también aludió a factores externos.

-Desde que fue perdiendo apoyos, siempre ha magnificado las causas exógenas y minimizado las endógenas para explicar los retrocesos electorales. Es un modo tanto de eludir responsabilidades concretas como de enfatizar la distinción nosotros/ellos. Lo irónico es que la mayoría de las causas exógenas ya existían cuando el BNG vivió un ciclo de crecimiento electoral.

-¿Qué responsabilidad tiene la UPG en este proceso y, sobre todo, en el futuro?

-La UPG es el padre del BNG y siempre ha ejercido su tutela. Durante una época mostró una gran flexibilidad, dando juego a todos los sectores internos y demostrando capacidad de adaptación. A partir de 2002 procedió cada vez más a una política de "prietas las filas", imponiendo sus criterios a las minorías, despreciadas como "unto" que sobraba, en palabras de Bautista. Aunque hoy no es un actor unitario, a la hora de la verdad sus militantes siempre han demostrado una disciplina de hierro.

-¿Es un lastre en la unificación del nacionalismo la relación Beiras-Paco Rodríguez?

-La imposibilidad de entendimiento es total.

-¿Quién cree que debe liderar el BNG?

-No veo a nadie con suficiente carisma como para ejercer un liderazgo interno fuerte y de gran impacto mediático y social.

-¿Ve factible que no logre grupo en el Parlamento gallego?

-Como mucho puede lograr dos o tres diputados. A no ser que En Marea lo haga rematadamente mal en los meses que quedan, lo cual tampoco debe descartarse.

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