La evolución del precio de la vivienda y su valor catastral desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria han ido por caminos opuestos. La crisis en el sector hizo caer las operaciones de compraventa de pisos en Galicia casi un 50% y su precio más de un 30%. Por el contrario, el valor catastral del total de bienes urbanos en la comunidad -pisos, restaurantes, bares, comercios, hospitales o centros deportivos, entre otros- creció entre 2009 y 2015 casi un 11%. Y en el caso de los inmuebles de uso residencial, es decir las viviendas, el incremento fue todavía más elevado: un 32,4%. Hasta en un total de 53 ayuntamientos gallegos -17 de la provincia de A Coruña, 18 de Lugo, 10 de Ourense y 8 de Pontevedra- se elevó esta tasación desde que comenzó la crisis por encima un 40%, según datos de la Dirección General del Catastro.

La situación se presenta aún más alarmante en 33 concellos -16 de A Coruña, 10 de Lugo, tres de Ourense y 4 de Pontevedra- ya que en los últimos seis años este aumento fue de más del 50%.

El valor catastral es una tasación de Hacienda que se tiene en cuenta para calcular el IBI y el impuesto de plusvalía municipal, pero también afecta al impuesto de transmisiones y a sucesiones y donaciones. El cálculo depende de la localización del inmueble, su antigüedad y el coste de la construcción. Detrás de este aumento está la revisión acometida en los últimos años por algunos ayuntamientos, aunque la realidad es que hay decenas de concellos que no han adaptado estos valores desde finales de los años noventa. Otro de los aspectos que influye en el valor catastral de los bienes urbanos son las nuevas construcciones, pero desde el estallido de la crisis las grúas han estado prácticamente paralizadas.

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El balance de la Dirección General del Catastro sitúa a Galicia como la séptima comunidad donde más se ha visto incrementada la tasación de los inmuebles urbanos desde el pinchazo de la burbuja: un 10,7%.

Las valoraciones medias más altas en Galicia las protagonizan los concellos de las provincias de A Coruña y Pontevedra, con un importe medio de 42.202 y 31.594 euros, respectivamente. En el caso de los ayuntamientos de Lugo, la tasación de 2015 se situó en 25.695 euros y en los municipios de Ourense, en 24.286. Pero el mayor repunte durante los años de crisis se produjo en las provincias de A Coruña (13,74%) y Lugo (13,35%), seguidas de Pontevedra (9,8%) y, finalmente, Ourense (2%). El valor catastral medio de los bienes urbanos en Galicia se sitúa en 33.425 euros, aunque en el caso de los de uso residencia es más elevado: 39.177 euros.

En el conjunto de la comunidad gallega, salvo en 20 ayuntamientos -Toques, Muxía, Corcubión, Laxe, Carnota y Betanzos, en la provincia de ACoruña; Cervo, O Incio, Portomarín y Xermade, en Lugo; Melón, Amoeiro, Teixeira, Barbadás, O Barco y Carballiño, en Ourense, y A Lama, Valga, A Guarda y Soutomaior, en Pontevedra-, el importe catastral de bienes urbanos se incrementó durante el periodo 2009-2015.

Hasta en un total 82 ayuntamientos gallegos las subidas en los valores catastrales respecto a hace seis años fueron superiores al 30%, con los concellos lucenses a la cabeza (un total de 27), seguidos de los coruñeses y ourensanos (en ambos casos con 23) y finalmente los pontevedreses (14).

De las siete ciudades, Santiago fue la que más disparó sus valores catastrales de bienes urbanos entre 2009 y 2015: un 57%, con un valor medio de 75.862 euros. Le siguen en la tabla, aunque con un incremento mucho menor, Lugo (7,4%) y Ferrol (3,9%) y casi a la par Vigo (2,7%), Ourense (2,61%) y Pontevedra (2,7%). Cierra el ranking de urbes gallegas A Coruña (1,79%).