Para los inquilinos que en 2015 alquilaron un piso en Galicia fue un buen año, pero no para sus propietarios. Mientras en el conjunto del país el mercado inmobiliario comienza a encarar su recuperación, en la comunidad gallega el proceso es más lento. Las cifras del ejercicio pasado hablan por sí solas: en España el precio de las viviendas arrendadas aumentó de media un 3,3%, pero seis comunidades sufrieron nuevas caídas, Galicia entre ellas. De hecho fue la autonomía que soportó el mayor desplome: un 3,7%. En la lista también están Extremadura (-3,4), Asturias (-2,2%), Castilla y León (-2,1%), Castilla-La Mancha (-1,8%) y País Vasco (0,1%), según un informe publicado ayer por Idealista.

Para el jefe de Estudios de Idealista, Fernando Encinar, la evolución de los precios del alquiler se comporta de forma "polarizada". Aunque se pueda hablar de subidas generalizadas se siguen apreciando dos velocidades en el mercado. ¿El motivo? En algunas zonas donde la demanda y el empleo no terminan de despegar, la situación, según explica, obliga a los propietarios a seguir reduciendo los precios en los arrendamientos. Son las grandes capitales las que marcan incrementos que en algunos casos llegan a dos dígitos.

Las mayores subidas

Entre las once comunidades que han logrado incrementar sus precios el año pasado destacan Cataluña y Baleares, con un 13,2% y un 7,6% más, respectivamente, que el ejercicio anterior.

En el caso de Galicia, la comunidad registró una caída en los precios de los pisos en alquiler del 3,7%, pero con un descenso superior cerraron el balance del año las provincias de A Coruña (-4,2%) y Pontevedra (-4,7%).

Las ciudades gallegas tuvieron un comportamiento dispar. Mientras en A Coruña, Santiago, Lugo y Vigo sufrieron nuevas caídas (entre el -5,6% de Lugo al -0,1% de Compostela, pasando por el -2,5 de la ciudad coruñesa y el -1,5 de la olívica), en Pontevedra y Ferrol registraron precios superiores al de 2014, un 2,3% y un 0,5%, respectivamente.