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El estado de las finanzas locales

Los impagos de tasas e impuestos a concellos superan los 400 millones

Los cobros pendientes de tasas e impuestos crecen un 33% desde 2007 - El superávit de municipios y diputaciones en 2014 ascendió a 314 millones -Los nuevos créditos suman solo 24,6 millones

Ayuntamientos y diputaciones son un alumno aventajado en la complicada asignatura de la corrección de los desequilibrios presupuestarios. Casi desde el estallido mismo de la crisis, cuando las cuentas públicas se unieron al largo listado de quebraderos de cabeza y asuntos prioritarios a encauzar, el sector local impulsó un ajuste sin precedentes en sus pagos. Eso y las subidas fiscales decretadas por el Gobierno central -en su caso, la del IBI fue la más relevante- le permitieron convertirse en la única parte de la administración que dejó atrás el déficit. El conjunto de los concellos de Galicia y los cuatro organismos provinciales cerraron 2014 con un superávit de 314,4 millones de euros, según los datos que acaba de publicar el Ministerio de Hacienda. El ejercicio arrojó un resultado positivo de 87,5 millones de euros, a lo que hay que sumar los 214, 4 millones de euros en gastos generales a cargo del remanente de tesorería. Las desviaciones de financiación negativas y las positivas prácticamente se compensaron, con 87,7 y 75,3 millones de euros, respectivamente. Y eso que las entidades locales de la comunidad siguen sumando morosos. El saldo de dudoso cobro bate un nuevo récord con 403,8 millones de euros.

Los impagos a municipios, diputaciones y otras entidades, como las mancomunidades, prácticamente no dejaron de crecer año a año durante la doble recesión. Entre 2013 y 2014 la subida es pequeña, del 0,5%, pero refleja la imposibilidad para echar el freno en las deudas por parte de los particulares. En ese saldo de dudosos se incluyen, entre otros conceptos, el abono de impuestos o tasas y el reintegro de ayudas. El reconocimiento en sí mismo de que son de dudoso cobro en la liquidación ante Hacienda deja muchísimas dudas de que finalmente puedan recuperarse.

Desde 2007, la mora con el sector local en Galicia se disparó casi un 33%. Entonces rondaba los 304 millones de euros. La partida parecía estabilizarse entre los 360 y 370 millones hasta que en 2013 volvió a crecer de forma significativa. Pasó de 369,6 millones de euros a 401,8.

Algo más del 40% de los dudosos son de ayuntamientos de la provincia de Pontevedra, por encima de los 164 millones de euros; otros 130,2 son deudas con localidades coruñesas; 51,8 millones con municipios de Ourense; y 44,6 de Lugo. El saldo de las diputaciones es de 11,5 millones; y 1,6 millones el de las mancomunidades.

La recaudación líquida de los concellos de la región en el último ejercicio revisado por Hacienda alcanzó los 2.347,3 millones de euros, aunque los derechos reconocidos netos -los ingresos garantizados, que tarde o temprano se obtendrán, limpios ya de cobros anulados o cancelados- superaron los 2.601 millones. Cuatro de cada diez euros procedieron de las transferencias de otras administraciones, especialmente el Estado, con el 33,8% del total de la financiación municipal -1.126,3 millones-, y la Xunta, con el 8,9%, unos 234 millones.

La segunda principal fuente de ingresos de las entidades son los impuestos directos. Sobre todo el IBI. La fiscalidad sobre los inmuebles de naturaleza urbana reportó 484,6 millones de euros, un 1,6% más que en 2013. De la contribución de los bienes rústicos llegaron 9,7 millones, cantidad muy parecida a la del ejercicio anterior. Y de los bienes inmuebles de características especiales -el que abonan las carreteras de peaje, centrales energéticas y otras instalaciones similares- vinieron 28,1 millones, tras un aumento del 8%. El IBI supone, por lo tanto, más de 522 millones. En 2009 recaudaba 382,9.

Tasas y precios públicos contribuyeron a las arcas locales con 448,3 millones. El capítulo más relevante es el pago por la prestación de servicios públicos básicos, con 207 millones. Los ingresos patrimoniales, aquellos que proceden de intereses o alquileres, se situaron en 30 millones. Los concellos pidieron créditos además por valor de solo 24,6 millones.

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228,7 millones para la deuda y 24 a incentivos al personal

  • La otra cara en las cuentas públicas viene de la hucha. De lo que los organismos guardan como remanente de tesorería y que en Galicia ascendía a finales de 2014 a 808,7 millones de euros, según la liquidación presupuestaria publicada por el Ministerio de Hacienda.Eso no quiere decir que el sector local no tenga deudas. De hecho, el gasto financiero siguió en aumento hasta registrar de nuevo una marca histórica: 228,7 millones de euros. Lo gordo del desembolso fueron amortizaciones, más de 187 millones de euros. El abono de intereses supuso cerca de 23 millones.Por eso la parte del presupuesto dedicada a la deuda es la tercera en cuantía. A la cabeza aparece el gasto en bienestar comunitario, con el 30,5% de los 2.513,7 millones de euros desembolsados por los concellos y diputaciones gallegas en 2014. Un total de 468,2 millones de euros. En segundo lugar están los servicios de carácter general, unos 271 millones de euros, el 10,8%. En los puestos altos están también los servicios sociales, la vivienda y el urbanismo y la seguridad y movilidad ciudadana, con un 7,8%, un 7,6% y un 6,9%, respectivamente, del presupuesto.Los gastos de personal sumaron 814,7 millones, de los que 24,5 millones fueron para órganos de gobierno y personal directivo. Una cantidad muy parecida a la dedicada a incentivos, con 23,8 millones. Los pagos por rendimiento permanecen prácticamente invariables desde 2011.

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