El precio de los carburantes se ha reducido sensiblemente durante este último año, pero los conductores gallegos notan menos esta bajada en sus bolsillos porque Galicia sigue teniendo los combustibles más caros de la península, a lo que contribuye que la Xunta aplica el tipo máximo al tramo autonómico del impuesto sobre hidrocarburos, antes llamado céntimo sanitario. En los últimos tres años hasta tres comunidades -Navarra, Cantabria y la última en sumarse en 2016 ha sido Castilla y León- han decidido suprimir este tributo. En otras como Andalucía aplican desde este año rebajas fiscales para minimizar su impacto sobre los contribuyentes. La Xunta, sin embargo, no solo lo mantiene, sino que prevé que su recaudación crezca un 4,7 por ciento este ejercicio, hasta los 86,4 millones de euros. Es la segunda mayor subida del Estado, a expensas de que Asturias, Cataluña, Castilla La Mancha y Extremadura aprueben sus presupuestos para 2016.
Doce comunidades cobran el llamado céntimo sanitario sobre la venta de carburantes. Aragón ha sido la última autonomía en empezar a aplicar a partir de este año el tramo autonómico de este impuesto estatal sobre los hidrocarburos. Es la excepción, puesto que desde 2013 han sido tres las comunidades que, por el contrario, han optado por suprimirlo. Primero fue Navarra en 2014, al año siguiente quedó eliminado en Cantabria y desde este año tampoco se grava a los conductores de Castilla y León. A estas autonomías se suman La Rioja y País Vasco que nunca lo llegaron a aplicar.
Pero además cada comunidad puede imponer un tipo distinto y en Galicia se cobra el máximo: 4,8 euros por cada litro de gasolina o gasóleo que se reposta.
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Ante la bajada de hasta el 15 por ciento en el precio del gasóleo en España, la mayoría de las comunidades prevén recaudar menos por el céntimo sanitario este año. Todas, salvo tres: Canarias, que prevé un aumento de los ingresos por este impuesto del 7,3 por ciento, Galicia, que calcula que obtendrá casi cuatro millones más (4,7 por ciento) y, por último, Andalucía donde solo crece un 0,8 por ciento debido a que abarata el coste de los carburantes para vehículos particulares y mercancías y devolverá el cien por cien del tramo autonómico para gasóleo de uso profesional.
Por el contrario, en Murcia y Valencia la recaudación caerá más de un 23 por ciento y en Baleares los ingresos serán un 12,5 por ciento inferiores, según los datos reportados al Ministerio de Hacienda. En conjunto, la recaudación caerá en españa un 7,2 por ciento.
En Galicia la Xunta confía en que la recuperación de la actividad económica aumente los tráficos en carretera y se compense así el descenso del precio de los carburantes, de manera que aspira a ingresar este año 86,4 millones de euros. La comunidad gallega es la cuarta con mayor recaudación por el céntimo sanitario, detrás de Canarias (299,7 millones), Andalucía (237,4 millones) y Comunidad Valenciana (135,6 millones).
Solo hasta octubre del pasado año el Gobierno gallego había ingresado ya por el tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos un total de 62 millones de euros.
El céntimo sanitario encarece aún más los precios de los combustibles que en Galicia son ya de los más caros de la península. En diciembre la mitad de las estaciones de servicio de España vendían ya el gasóleo a menos de un euro. Sin embargo, en Galicia solo 81 gasolineras bajaban de esta tarifa. Además no hay ninguna que ofrezca gasolina por menos de un euro, cuando en España hay un total de veinticuatro.
La recuperación del mercado de la vivienda permitirá a la Xunta aumentar sus ingresos en 23 millones de euros
- La recuperación del mercado inmobiliario reportará más ingresos a las arcas públicas. La Xunta prevé recaudar 22,4 millones de euros más este año por el impuesto de transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados, los dos tributos vinculados a la venta de viviendas. Galicia será además la quinta comunidad autónoma donde más suban los ingresos por estos gravámenes, un 10,1 por ciento, solo por detrás de Navarra (26,7 por ciento), Baleares (18,2 por ciento), Madrid (13,3 por ciento) y Castilla y León (10,7 por ciento).Según argumentan desde la Xunta para justificar este incremento, el mercado de la vivienda, sobre todo de la usada, ha experimentado "un crecimiento moderado desde finales de 2014, lo que redundará en la valoración de los activos inmobiliarios, que a su vez ensanchará la base imponible del impuesto de transmisiones patrimoniales y del de actos jurídicos documentados".Este incremento en los tributos vinculados a la vivienda servirá para compensar el descenso que experimentará el impuesto de sucesiones y donaciones. La rebaja fiscal que entró en vigor este año y que permitirá que el 99 por ciento de los gallegos queden exentos de pagar este gravamen, costará a las arcas autonómicas más de 39 millones de euros. Así, la recaudación bajará de los 177,4 millones de este año a solo 138,3 millones en 2016, según la previsión del Gobierno gallego. Será un 22 por ciento menos.El impuesto sobre el patrimonio, que se aplica sobre las grandes fortunas, también experimentará un incremento, aunque más leve, de solo el 0,9 por ciento. La Xunta prevé ingresar por este concepto 59,1 millones este año.
