Estudió periodismo en Santiago con un año de Séneca en Bilbao e hizo un máster de Comunicación Política, Marketing y Consultoría y otro de Comunicación y Cooperación Territorial. Ahora, mientras trabaja con una beca de la Diputación de Pontevedra en el Concello de Tui, saca tiempo para otro, de Protocolo. Con 24 años, ese es el currículum de Lucía González, de Catoira, beneficiaria de "Apadrinando el talento", al que se apuntó porque querían gente "con ganas de cambiar el futuro". A los responsables de su selección les contó cómo, con otros compañeros, desarrolló una web, "La beca durmiente", donde reunían información sobre becas, y que la atraía el marketing. Su "perfil" les interesó y le adjudicaron como mentor a Xosé Luis Reza, presidente de la Asociación Galega de Marketing (Markea) y empresario con una consultora de comunicación.

En las sesiones compartidas abordaron desde cómo "encaminar" su currículum hacia las ofertas y enfrentarse a una entrevista de trabajo a cómo "destacar puntos fuertes y disimular los débiles", pasando por cómo "marcarse un objetivo en el futuro para conseguirlo a través de pequeñas acciones día a día". "Al ser de mi campo entendió además a lo que me quiero dedicar", destaca la joven, quien apunta cómo también así pudo "sumergirse un poco" en el mundo del marketing, aunque en estos momentos le tire más la comunicación política o corporativa. "El mentor te ayuda a pulir flaquezas", señala, y ahora se siente "más capacitada" y se conoce mejor. Porque, afirma, "el currículum es importante, pero también conocer tus metas".

Cuando su beca finalice, Lucía seguirá puliendo su currículum y su perfil, porque aspirar a trabajar de lo que a uno le gusta es "una lucha constante". Y en la que es "vital" la red de contactos. El programa, dice, ayuda a "incrementarla", fomentando también la conexión con otros beneficiarios, que califica de "luchadores" y "talentosos". Pone la iniciativa de la Fundación Princesa de Girona, que "recomendaría al 100%", por las nubes. Porque es "diferente": "Te facilitan otro tipo de herramientas que pueden ser más importantes que el dinero. Al final, con contactos, vas hasta el fin del mundo".

De momento, Lucía pudo cumplir su vocación. Sus padres "lucharon" para que estudiara y lo hizo con becas, sin sentirse "nunca" limitada, aunque admite que tal vez notó más "presión" para sacar mejores notas. De la universidad afirma: "Te pone en el camino, pero el empujón lo tienes que dar tú; hay que trabajar mucho y llamar a muchas puertas y esperar a que alguna se abra".