El Banco de Terras mantendrá en 2016 los precios de referencia para el arrendamiento de fincas para favorecer la movilidad y el acceso a la tierra agrícola y ganadera, tal y como ha aprobado la Comisión Técnica de Prezos e Valores en su última reunión.

En este órgano, presidido por el director xeral de Desenvolvemento Rural, Antonio Crespo, están representadas las organizaciones profesionales agrarias, la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), la Dirección Xeral do Catastro, las cooperativas y distintos departamentos de la Administración autonómica.

Según explicó la Consellería do Medio Rural en un comunicado, en este encuentro se expusieron las actividades llevadas a cabo por el Banco de Terras en el último año y, para las fincas que se alquilen en el próximo 2016 a través de esta herramienta, se acordó el mantenimiento de los precios de garantía y referencia vigentes en 2015.

También se valoró el resultado de los cambios llevados a cabo en el presente ejercicio por esta comisión en los precios de referencia, una vez los mismos se aproximaron a la realidad de los precios ofertados por los ganaderos y los agricultores a la hora de optar a una finca del Banco de Terras.

Asimismo, se informó de que se está trabajando en una nueva metodología para la tasación de los predios de titularidad de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader). Este trabajo, junto con el resultado del proyecto denominado "Propiedade, mobilidade de terras e valorización territorial", realizado por Agader, la Fundación Juana de Vega y la Universidade de Santiago de Compostela, deberá ser tenido en cuenta a la hora de abordar futuras evoluciones de los precios.

El director xeral de Desenvolvemento Rural aprovechó para exponer la necesidad de llegar a consensos para favorecer la movilidad de las tierras y el redimensionamiento de las explotaciones, con el fin de luchar contra el abandono y apoyar el sector.

El Banco de Terras nació en el año 2007 con la finalidad de poner en el mercado tierras agrarias que de otra forma corrían el riesgo de quedar abandonadas.