De poco le sirve a las administraciones que la economía remonte si eso no se traduce en dinero para la caja. En recursos suficientes para financiar los servicios públicos sin recurrir a un mayor endeudamiento y, por lo tanto, más déficit, en un momento en el que la mayoría de organismos internacionales y analistas dan por hecho que el país se quedará otra vez en 2015 fuera del objetivo marcado para el desequilibrio presupuestario. ¿Y cómo va la recaudación fiscal, la principal fuente de esos ingresos? Entre enero y noviembre crecieron un 4,3%. El Gobierno fijó para el conjunto del año un alza del 5,4%. Del cumplimiento de las previsiones depende también que el reparto de fondos realizado con las comunidades sea el adecuado y éstas no se vean obligadas, como ocurrió en 2008 y 2009, a devolver parte de lo recibido para compensar el desajuste. Como lleva pasando desde el inicio del actual ejercicio, Galicia está entre las comunidades que no destacan precisamente por la fortaleza de los impuestos, con un aumento en su caso del 3,7% en los once meses que van completos, según el informe publicado ayer por la Agencia Tributaria. Y eso que el IVA está en niveles históricos.
El gravamen que se asienta sobre el consumo, uno de los que sufrieron un importante retoque durante la doble recesión -en 2012 el tipo medio sumó tres puntos y pasó del 18% al 21%-, se dispara hasta noviembre a casi 2.000 millones de euros. A 1.976 millones, concretamente, un 12,4% por encima del resultado obtenido con él en el mismo periodo de 2014. Son 218,3 millones más. A una media de 650.000 euros al día a mayores de los ingresos del año pasado. El doble de la subida experimentada por todo el Estado, donde crece un 6,6%.
La evolución del IVA reequilibra el resultado del resto de figuras tributarias. El IRPF, el impuesto que más dinero representa, aguanta en positivo en Galicia -un aumento del 1,9%, hasta los 2.396 millones de euros- pese a las dos bajadas acometidas por el Gobierno en las retenciones y que, según la Agencia Tributaria, explican la caída del 0,1% en la recaudación en el territorio nacional.
El impuesto de Sociedades en la comunidad sigue, en cambio, sin salir de los números rojos. Su contribución entre enero y noviembre asciende a 716,4 millones de euros, lo que supone un 5,6% menos en lo que llega desde el beneficio de las empresas. Un dato que contrasta con el ascenso cercano al 20% en el cómputo estatal. La comparación de lo ocurrido en Galicia y España con los Especiales es de nuevo llamativa. Mientras en la comunidad se desploman un 73,6% -hasta sumar únicamente 12,8 millones a estas alturas del ejercicio-, en el total del país el descenso es de solo un 1,6% ante "la senda de moderación" que el organismo dependiente de Hacienda detectó hace meses ya por la menor demanda de las gasolinas y especialmente la electricidad.
