Los hijos de la burbuja inmobiliaria se debaten en la parálisis por inanición. "In Tempo", el símbolo de Benidorm, del que sus propios promotores presumían como "la catedral" de la ciudad, que nacía para convertirse en el mayor rascacielos destinado a uso residencial de Europa, alimentado con un crédito de 93 millones de euros de Caixa Galicia durante el boom inmobiliario, se tambalea antes de estar acabado. El juzgado de lo mercantil número 1 de Alicante aprobó el plan de liquidación del inmueble presentado por la administración concursal de la constructora, Olga Urbana S. L., en concurso de acreedores.

La torre, la más alta de España y segunda de Europa, se pone a la venta en su totalidad (y no por viviendas, al no estar finalizada), al mejor postor, y aunque no se fija un precio de salida, se habla de unos cien millones de euros, a la altura de las dimensiones de la mole de hormigón formada por dos torres gemelas de 47 plantas, 200 metros de altura y 260 viviendas.

Las obras del inmueble, uno de los grandes estandartes de la fiebre por el ladrillo en España y del crecimiento desmesurado de Caixa Galicia en el sector, se iniciaron en 2006 y las previsiones para su finalización fueron alargándose desde 2010 y sin final a la vista cuando hace un año la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), en la que cayó el préstamo de 93 millones de euros concedido por Caixa Galicia, solicitó el concurso de acreedores para la constructora del rascacielos.

El tribunal establece que los interesados en concurrir a la fase de venta directa deberán consignar o prestar un aval financiero por el 1 % del valor del inmueble y el criterio de elección será el de la oferta de mayor precio siempre que sea al contado o con un aval que asegure el pago. El auto contempla la posibilidad de dación en pago para el edificio a los acreedores "privilegiados" si no hay ofertas o si son inferiores al importe adeudado a dicho acreedor. Además, el plan de liquidación de los bienes de Olga Urbana SL estipula una segunda fase consistente en una subasta pública

"The Guardian" se refirió en 2013 al edificio "In Tempo" en un artículo sobre la burbuja inmobiliaria en España como "metáfora de la locura" de los diez años de bonanza constructora que acabaron poniendo al país "de rodillas".