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La evolución de la factura en medicamentos

El gasto farmacéutico toca fondo en Galicia al recortar 250 millones en 5 años

Sanidade prevé para 2016 el mismo desembolso en fármacos que este año

Una farmacia de Ourense. // Jesús Regal

Tras cinco años de recortes, el gasto farmacéutico dejará de bajar en 2016. Al menos ésa es la previsión de la Consellería de Sanidade que por primera vez desde el inicio de la crisis no ha menguado las partidas destinadas a farmacia en su presupuesto para el próximo año. Será exactamente la misma cantidad que este año: 710 millones de euros. El margen de ahorro se agota tras aplicar severos ajustes a la factura en medicamentos -más de 250 millones de euros desde 2010-, entre ellos el aumento del copago, indicaciones a los médicos para la prescripción de fármacos más baratos, más control sobre los pacientes polimedicados o restricciones a la dispensación de medicamentos innovadores.

Uno de cada cinco euros que se gastan en sanidad son para pagar los fármacos. El elevado envejecimiento poblacional de Galicia y el aumento de las patologías crónicas disparaban año tras año la factura farmacéutica, de manera que el Sergas convirtió la reducción del gasto farmacéutico en una de sus prioridades. Y así quedó plasmado en los sucesivos presupuestos que fue aprobando la Xunta: la partida destinada a farmacia en 2011 fue de 815,1 millones de euros, al año siguiente bajó a 782,9 millones, de ahí pasó a 723,6 millones en 2013, luego a 713,6 millones y ya en 2015 se tocó fondo con 710 millones de euros. Las cuentas del próximo año se mantendrán en ese nivel. Sanidade no prevé más ahorros. Estas cifras incluyen no solo el gasto de los medicamentos que se dispensan en las farmacias sino también los fármacos que se recogen en el hospital.

Para 2016 el departamento de Jesús Vázquez Almuiña ha consignado 681 millones de euros para costear el gasto de las recetas médicas que se dispensan en las farmacias y otros 29 millones más para los medicamentos de las boticas hospitalarias.

El hecho de que Sanidade no tenga previsto más ahorros en farmacia no significa que terminen los ajustes, puesto que la llegada de fármacos innovadores, más caros, y la tendencia a que siga incrementándose el número de mayores en Galicia, obligará al Sergas a mantener a raya sus gastos para que no se disparen en el futuro.

De hecho, salvo Canarias o Castilla y León que registran aumentos pero muy leves, el resto de comunidades prevén incrementos sustanciales en su gasto farmacéutico, precisamente motivado por los avances en farmacoterapia.

Los medicamentos innovadores, que son los de más alto coste, se acostumbran a dispensar en las farmacias de los hospitales y, es por esta razón, que el Sergas, tras aplicar medidas de ahorro para reducir la factura de los medicamentos que dan las boticas, se centra ahora en el gasto hospitalario que además se estuvo incrementando durante los últimos años. La introducción de nuevas terapias para tratar patologías como la de la hepatitis C, el cáncer de próstata o el melanoma pueden hacer disparar otra vez las cifras de la factura farmacéutica en la comunidad gallega.

Y, por esta razón, se han activado medidas como, por ejemplo, el contrato de riesgo compartido para la compra de medicamentos que consiste en pagar al laboratorio por el medicamento solo si éste es eficaz.

De esta manera, controlando el gasto en farmacia hospitalaria el Sergas evita que su gasto farmacéutico vuelva a crecer, aunque tampoco logra nuevos ahorros en el conjunto global de la factura puesto que queda ya poco donde se pueda meter la tijera.

Solo contabilizando lo que se gasta en las farmacias (sin incluir las boticas de los hospitales) se ha pasado de cifras que superaban los 931 millones a los 681 millones.

A este ahorro contribuyeron medidas como el catálogo de fármacos, que consiste en la financiación selectiva de medicamentos y productos sanitarios. Se extendió además la prescripción de genéricos. En 2012 entró en vigor un nuevo copago farmacéutico que aumentó las aportaciones de los pacientes en la compra de las medicinas. Y además se aplicaron estrictas medidas de control del gasto. La Consellería de Sanidade vigila a los médicos hiperprescriptores, aquellos que tienen un gasto en recetas superior a la media.

También se estuvo controlando a los pacientes polimedicados, casi 40.000 en toda Galicia. Se les revisa la medicación y se ajusta para que no tengan que tomar tantos fármacos.El resultado es que en los últimos cuatro años se redujo un 41 por ciento el número de gallegos que toman más de 15 medicamentos.

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