"Los motores empezaron a funcionar, pero aún queda margen". Es el diagnóstico del último Informe de Coyuntura Socioeconómica del Foro Económico, una plataforma integrada por profesores de las tres universidades gallegas y con respaldo de empresas y directivos de la comunidad autónoma. Según concluyen, Galicia cerrará este año con un crecimiento del 2 por ciento, tal y como había previsto la Xunta, pero esta evolución es inferior a la española que registrará un incremento superior al 3 por ciento en su PIB. Además, la comunidad gallega solo recuperó 2,5 puntos de los 9 perdidos durante la crisis, cuando España ya ganó "más de la mitad". La buena noticia es que el giro de la política económica de la Xunta, que se ha concretado en el plan Industria 4.0 y la Fábrica Inteligente, darán un impulso a la economía gallega, según los expertos, de manera que Galicia crecerá ya al mismo ritmo que España en 2016. "La medidas de impulso de la Administración van por buen camino", reconoció el profesor Santiago Lago Peñas.

El coordinador del informe, Fernando González Laxe, advirtió que durante este último año se acrecentó la brecha con España situando a Galicia a la cola del resto de comunidades. Según su análisis, en la comunidad gallega son las exportaciones el principal motor que tira de la economía, pero la demanda interna (consumo e inversiones) sigue a niveles inferiores a la media nacional.

"En España el impulso lo da el turismo y las inversiones tanto privadas, como públicas, aunque puede haber un componente electoral", explicó Laxe. En Galicia, sin embargo, pese al aumento del número de turistas, el impacto sobre el PIB de este sector es menor. "No es el mismo gasto el de un visitante que va al Mediterráneo que el que hace el Camino", aclaró.

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Por otra parte, en la comunidad gallega los bajos salarios y pensiones y el mayor gasto en vivienda frenan el consumo, tal y como explicó Laxe.

Dos son las debilidades de la economía gallega, según los expertos: el escaso tamaño de las empresas y el bajo nivel tecnológico.

En materia de empleo, los autores de este informe destacan la buena evolución de la tasa de paro y el aumento de la ocupación pero también ven sombras. Por un lado, tal y como explica el profesor Patricio Sánchez, sigue disminuyendo la población activa, sobre todo en el tramo de edad más joven, de 16 a 24 años. Además la ocupación aumenta pero menos que la media estatal y el paro de larga duración baja, pero menos que el desempleo.