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El frenazo económico rebaja un 22% la polución por el transporte en Galicia

Acumuló durante 2013 la segunda menor cantidad de gases de efecto invernadero desde 1990

Los casi 200 países de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se enfrentan desde hoy en París a la que probablemente es la Cumbre del Clima más transcendental de las celebradas desde 1979, cuando por primera vez el mundo fue consciente de la existencia de un peligro real para el medio ambiente. El panel de expertos que asesora al organismo ante los efectos del cambio climático advierte que la distancia con el desastre es de solo dos grados. Que si el aumento de la temperatura en la Tierra es superior, los daños serán catastróficos e irreversibles, por lo que urgen líneas rojas muy concretas y que efectivamente se cumplan, todo un milagro en este tipo de citas. Solo la crisis fue capaz de poner freno al crecimiento disparado de los gases de efecto invernadero con cinco años consecutivos, entre 2018 y 2013, a la baja. Durante ese periodo, en Galicia se tocaron mínimos históricos, según los datos que acaba de actualizar la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do territorio, entre otras razones por la destacada evolución de la contaminación provocada por las industrias del sector energético, que se desplomó un 33%; y el transporte, con una caída del 22% en sus niveles habituales de emisiones.

El de 2013 fue el segundo año con menos emisiones contaminantes a la atmósfera en Galicia en toda la serie estadística del inventario nacional, que llega hasta 1990. En total, 27.475 kilotoneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2), la medida que suma los seis gases regulados por el Protocolo de Kioto: el propio CO2, metano, óxido nitroso, perfluorocarbonos, hidrofluorobarbonos y hexafluoruro de azufre.

En comparación con 2004, cuando la comunidad alcanzó el récord de emisiones -36.632 kilotoneladas-, la reducción es de una cuarta parte. La caída en el transporte es menos intensa. De 6.333 kilotoneladas hace una década a las 5.390 contabilizadas en 2013, lo que supone una rebaja del 15%. Porque el transporte es también uno de los sectores en los que la contaminación creció con fuerza desde que arrancó el inventario de gases de efecto invernadero. En 1990, coches, motos y camiones lanzaban a la atmósfera en Galicia 3.600 kilotoneladas equivalentes de CO2 Pese al importante descenso acumulado durante la doble recesión, en los últimos 25 años sus emanaciones crecieron un 47%.

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¿Qué ocurrió con los hogares? Junto con el comercio y otras actividades vinculadas al sector servicios, en 1990 sus emisiones rozaban las 2.400 kilotoneladas. En 2013 ascendieron a cerca de 3.400. El pico máximo en su caso está en 2010, con 3.590 kilotoneladas equivalentes de CO2. Lo que evidencia que la reducción de la contaminación por parte del sector residencial no fue tan elevada como en el resto. Las emisiones prácticamente están estancadas. Únicamente hay una pequeña bajada del 5% entre 2010 y 2013, como reflejan los datos de Medio Ambiente.

Casi ocho de cada diez kilotoneladas de CO2 lanzadas en el último ejercicio detallado por los registros oficiales tiene que ver con el procesado de energía. Las industrias del sector son, de largo, el principal foco contaminante en Galicia. El 37,3% del total en 2013, unas 10.300 kilotoneladas. Ahí están, sobre todo, las dos grandes centrales térmicas ubicadas en la comunidad, sometidas a límites de emisión individualizados, como otras grandes fábricas. La evolución de las productoras eléctricas con combustibles fósiles, que son las que emiten alguno de los gases catalogados por Kioto, está ligada al consumo de hogares y empresas, que durante los años de crisis también estuvo a la baja.

De hecho, en 2010 el descenso en su operatividad se tradujo en un total de emisiones de 7.200 kilotoneladas. Casi a la par que el transporte. Algo inédito si miramos qué pasaba en 2002: las plantas energéticas lanzaron 17.900 kilotoneladas. Hay que tener en cuenta que desde entonces esas dos centrales que sobresalen por su impacto, la de Endesa en As Pontes y la de Gas Natural Fenosa en Meirama, impulsaron obras de mejora en sus procesos internos destinadas, precisamente, a aminorar gases y partículas contaminantes.

Las emisiones de la industria manufacturera y la construcción por su consumo de energía representaron en 2013 el 8,1% del total. El transporte el 19,6%. Hogares y sector servicios provocaron el 12,4% y hay algo más de 1,2% que vino de emisiones fugitivas de los combustibles sólidos, petróleo y gas natural.

El 6,3% de los gases de efecto invernadero en la comunidad hace dos años están relacionados con procesos industriales. Concretamente, el 0,4% en fábricas de productos minerales. El 3,8% en la metalurgia. Y un 1,8% procedentes de industrias que emplean gases que son sustitutivos de los considerados de efecto invernadero.

La agricultura se consolida como una actividad relevante en las emisiones de Galicia. Cerca de 3.600 kilotoneladas equivalentes de CO2, el 13,1% y con un incremento de alrededor del 15% desde 1990. Principalmente por dos motivos. La llamada fermentación entérica, o, lo que es lo mismo, los gases, básicamente metano, que suelta el ganado durante la digestión. Fueron 1.400 kilotoneladas en 2013, el 4,4% del conjunto de emisiones contaminantes ese ejercicio en Galicia. Y el estiércol, con el 4,1%, alrededor de 1.100 kilotoneladas. Las quemas de residuos agrícolas en el campo supusieron el 0,01%.

Por si quedaba alguna duda, los vertederos también contaminan y de ellos vinieron, según la Consellería de Medio Ambiente, el 1,5% de las emisiones de efecto invernadero en Galicia. Los procesos para el tratamiento de aguas residuales dejaron el 0,3% de los gases lanzados.

La recuperación de la actividad impulsa de nuevo al alza las emisiones de efecto invernadero

  • De lo sucedido en 2014, los únicos datos que de momento existen son los de las instalaciones que tienen limitadas sus emisiones y están afectadas por el comercio de derechos. Los que pueden comprar en caso de que se salten esa barrera para compensar lo que contaminaron de más. En total, como ya avanzó FARO, el pasado ejercicio alcanzaron las 13.700 kilotoneladas equivalentes de CO2, con una disminución del 0,9% respecto a 2013.El incremento de 9 a 29 en las categorías bajo el paraguas del comercio de emisiones, un "cambio profundo", como señala la Consellería de Medio Ambiente, imposibilita analizar la evolución. Sí puede hacerse de cada una. 24 de las instalaciones elevaron sus gases contaminantes, otras 23 las redujeron, mientras que quedan fuera 3 que no estaban antes sometidas a este tipo de control.En el conjunto del Estado, según la información que el Gobierno central acaba de remitir a Bruselas, las emisiones, contando el total de sectores, crecieron un 1,1%. El primer año que lo hacen desde 2008 y el mayor aumento de toda la UE.

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