En su campaña de vigilancia del cumplimiento de la normativa comercial, el departamento de Francisco Conde suele poner la lupa sobre las actividades de promociones de ventas (que buscan detectar garantizar los derechos de los consumidores en rebajas o evitar la competencia desleal), los precios y medios de pago, la devolución de los productos y el cumplimiento de horarios comerciales.

No obstante, el recién publicado plan de inspección para el próximo año incluye un apartado novedoso que la Xunta va a vigilar a través del estudio de cien establecimientos: la venta a pérdidas, es decir, expender productos por debajo del precio de coste para así ganar clientes.

Esta solo se permite, explica la resolución publicada en el Diario Oficial de Galicia, cuando se realiza en el marco de una venta de saldos o liquidación, cuando se trate de productos perecederos o próximos a su inutilización o si quien la realiza busca llegar a los precios de competidores con capacidad de afectar significativamente sus ventas.