Analistas, centros de estudio e incluso organismos oficiales como la propia Comisión Europea coinciden en que, otra vez, España no cumplirá en este 2015 con el objetivo de déficit marcado. El ministro de Hacienda, sin embargo, insiste en que la administración estatal está "en la senda de conseguirlo". "Es perfectamente alcanzable", apunta Cristóbal Montoro, que se aferra en la antesala de la campaña electoral al ritmo con el que está creciendo la recaudación fiscal como compensación al desfase presupuestario que a estas alturas del ejercicio acumulan ya tanto las comunidades como la Seguridad Social. Entre enero y octubre, los ingresos por los principales impuestos que se pagan en el país aumentaron un 4,5%. Unos 7.500 millones de euros más que en el mismo periodo de 2014 gracias, sobre todo, al auge del IVA. El gravamen de referencia en el consumo mejoró su aportación a la caja pública un 7,3%. En el caso de Galicia, el alza es todavía mayor, del 10,4%, con ingresos récord al menos desde 2007, el último año disponible en las estadísticas históricas de la Agencia Tributaria.
En los diez primeros meses del año, la contribución del IVA en Galicia ascendió a 1.868,7 millones de euros. Son 176 millones más que el ejercicio anterior, con un incremento diario de casi 600.000 euros. Para encontrar una cuantía similar hay que retroceder hasta 2011, cuando el impuesto ingresó hasta octubre 1.838,6 millones de euros. Fue un momento de tregua hasta que el IVA se desplomó con la entrada en la segunda recesión. El Gobierno optó entonces, en julio de 2012, por subir hasta tres puntos el tipo general, del 18% al 21%. Lo que permitió que el año siguiente, en 2013, aún con el consumo aletargado, la recaudación amortiguara su descenso en picado. En Galicia cayó un 0,7%. Por los nuevos tipos y la recuperación del gasto privado, la aportación del IVA el pasado 2014 arrojó los primeros datos positivos en la crisis, con un ascenso del 2,5%.
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Octubre fue un punto de inflexión para el IRPF. La "ruptura con la evolución relativamente estable que venía observando en los tres primeros trimestres", como destaca la Agencia Tributaria. La razón viene de los efectos del adelantamiento en la segunda rebaja del impuesto por la reforma fiscal impulsada por el Gobierno. Hasta ahora, según el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, ese impacto solo se notó en las retenciones de las grandes empresas y la administración pública. Por eso la recaudación del IRPF se queda plana. En Galicia crece ligeramente. Un 1,9%, hasta los 2.167,7 millones de euros. En 2014 rondaba los 2.127 millones. "Esta evolución -continúa la Agencia Tributaria- contrasta con la estabilidad que muestran las rentas brutas de los hogares". El crecimiento "estimado" es del 2,9%, con porcentajes más "destacados" en la masa salarial, un 4,1%, "y la intensidad y tendencia creciente" de las rentas de los empresarios individuales.
El otro grupo de impuestos de cabecera para el consumo son los Especiales. Ahí están el gravamen que desembolsamos en el recibo de la luz, alcohol, tabaco y combustibles. Limpios los datos de diferencias temporales para comparar la evolución de los dos años, la Agencia Tributaria sostiene que su recaudación en el conjunto del Estado aumenta tan solo un 1,7%. El organismo reconoce una "moderación" en el incremento que venían arrastrando en meses anteriores por la "ralentización" en el consumo de carburantes y de la electricidad, que registró "altos crecimientos" en verano por las elevada temperaturas. Los Especiales en Galicia se hunden un 77,7%, una variación que podría estar influenciada por diferencias de calendario y devoluciones.
La revitalización del IVA y el aguante de momento del IRPF, los dos impuestos que más dejan en la caja, no es suficiente para sacar a Galicia de los puestos de cola en la recaudación total. Los ingresos fiscales totales aumentaron un 2,6%. El quinto peor dato entre las comunidades y dos puntos por debajo de la media estatal.
